La ecomanzana, un impulso a "calles más alegres" en La Calzada pero con un problema de aparcamiento

Los vecinos reivindican "alternativas" de cara a aumentar las plazas de parking

"Ahora tenemos más zonas verdes y sitios para sentarse", celebran

VÍDEO: Los vecinos de La Calzada aplauden el resultado de la obra de la ecomanzana: "Era necesaria"

Sergio García

El final de las obras de la ecomanzana de La Calzada ya es una realidad. El Ayuntamiento recepcionó ayer unos trabajos que cuentan con el aplauso vecinal por la supresión de barreras arquitectónicas y la apuesta por la peatonalización. Eso sí, con el asterisco de la inquietud por la pérdida de aparcamientos. "Hay que buscar alternativas", apuntan los residentes.

La actuación, financiada con fondos europeos y sobre una superficie de 65.000 metros cuadrados, se produjo en la manzana comprendida entre las avenidas Príncipe de Asturias, Argentina y de las Industrias y la calle Los Andes. En esta última vía vive Sonia Jiménez, que ayer elogiaba el resultado del proyecto. "Ha quedado bonito", comentaba Jiménez a la entrada del colegio Federico García Lorca. "Lo que más me gusta son los rebajes de las aceras, tengo a mi cargo a una persona con movilidad reducida y es una gozada ir con la silla de ruedas", subrayaba la vecina, que también confía en que la renovación del entorno "dé vida" a los comercios y anime a la gente mayor a pasear. "Y los niños ya no tendrán tantos problemas con los coches", indicó.

Carlos Duque y Evaristo de Diego compartían ayer sensaciones sobre qué tal había quedado el entorno. "Quedó guapo para caminar, esto era necesario", afirmó Duque, residente en la calle América del Sur, una vía que ahora "da gusto". Como contraparte al proyecto, el aparcamiento. "Veo bien peatonalizar, pero hay que dar alternativas porque no todos tienen la opción de una plaza de garaje", aseveró. Para Evaristo de Diego, cuya vivienda está en la calle del Ecuador, celebraba la eliminación de bordillos. "Lo veo ahora mucho mejor", aseguraba el vecino, para el que las ciudades deben abogar por espacios preferenciales para las personas. "Las calles se ven más alegres que antes", reivindicaba.

A Jesús Costales, residente en la calle América del Sur, los trabajos le pillaron "de pleno". "En el sentido estético lo veo muy bien y es un alivio que ya no haya más ruidos", declaraba junto al "cascayu" pintado en el suelo de la calle Costa Rica. "Todo lo que sea renovar suele ser bueno, siempre y cuando no se pierdan cosas de antes, como aparcamientos", manifestaba Costales. "Estoy muy contenta con el cambio, ahora tenemos más zonas verdes y sitios para sentarse", argumentaba, por su lado, Mercedes Arias, que ve el entorno "más despejado". "Había mucho coche por aquí", proseguía Arias. Coincidía Cruz López, propietaria de un comercio en la calle Fernando Poo, en la que hay una entrada al colegio Príncipe de Asturias. "La zona ha mejorado mucho", enfatizaba. Por la plaza que llevará el nombre del fallecido cantautor Julio Ramos –entre las calles Colombia, Costa Rica, Bolivia y Elduayen– paseaba, bastón en mano, Benjamín Álvarez, también convencido de que hacía falta una regeneración. "Está muy bien hecho, es beneficioso para la ciudad", concretaba.

Lugar de "prioridad peatonal"

Gilberto Villoria, concejal de Infraestructuras Urbanas y Rurales, celebró la conclusión de unos trabajos que han generado "un espacio de prioridad peatonal". Las obras, cuyos defectos se subsanarán en las próximas semanas, implicaron, por ejemplo, la colocación de 21 bancos, 38 sillas, 15 aparcabicis o 65 árboles. También reivindicó el edil forista el aumento del "ritmo de ejecución" desde el mes de abril para rematar un proyecto que ha renovado la estética de uno de los focos de mayor actividad del oeste gijonés.

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