Las alegaciones a un proyecto millonario en el Puerto de Gijón

Ionway promete usar energías limpias en El Musel e incrementar sus tráficos

La empresa señala que su planta de baterías doblará el volumen de graneles líquidos en el Puerto y que solo necesitará "6 o 7 camiones" diarios por carretera

Reproducción de Ionway de cómo quedará su planta de baterías en El Musel.

Reproducción de Ionway de cómo quedará su planta de baterías en El Musel.

El proyecto de Ionway para impulsar en la ampliación de El Musel una planta de producción de materiales para baterías de coches eléctricos recurrirá a fuentes renovables para su consumo energético, "minimizará" su impacto al tráfico por carretera con media docena de camiones al día y ayudará a incrementar el tráfico de graneles líquidos y de contenedores en el puerto gijonés. Así lo señala la propia empresa en los informes de alegaciones que había presentado ante el Principado para lograr su autorización ambiental, un trámite aprobado a finales del año pasado y que estaba pendiente de salir a información pública, tal y como marca la ley. La empresa, que prevé invertir entre 1.000 y 1.500 millones de euros, 594 de ellos en una primera fase, considera que su proyecto no afectaría a la salud medioambiental del concejo y tiende la mano ante posibles dudas, ofreciéndose por ejemplo, a revisar su estudio de impacto en cuanto al ruido.

En el proceso de alegaciones participaron entidades como la Coordinadora Ecoloxista d’Asturies, la Plataforma contra la Contaminación de Xixón, la Federación de Asociaciones Vecinales (FAV) de la zona urbana de Gijón y varios particulares. También presentaron alegaciones los exconsejeros del Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria Francisco Villaverde Suárez y Antonio Suárez Marcos y el expresidente de la Autoridad Portuaria Carlos Zapico Acebal. Estos últimos dudaban de la legalidad del proyecto y planteaban trasladarlo a la Zalia.

La posible contaminación acústica era una de las cuestiones alegadas por varios de los citados y, si bien Ionway señala que ya ha hecho un estudio de impacto del ruido, propone realizar una nueva campaña de mediciones cuando la planta esté en funcionamiento para comprobar la afección real de su planta. Insiste en que, en cualquier caso, las zonas residenciales están "alejadas" y que "pueden estar afectadas por otras actividades portuarias".

Impacto acústico

Otro apartado interesante de las respuestas que aportó Ionway al proceso de alegaciones fue el referido a su impacto al tráfico por carretera, una cuestión que interesa especialmente a las asociaciones vecinales. Asegura que ese impacto será "minimizado" y calcula que la cantidad de camiones necesarios para el transporte de residuos será "de entre seis o siete camiones al día", por lo que entiende que no generará un impacto significativo. También defiende que, ante el manejo de cualquier residuo peligroso, éstos se ubicarán en un almacén específico y en cubas estancas.

El consumo de recursos protagonizaba otro de los bloques temáticos de las alegaciones. Y es cierto que la planta de Ionway precisará de un alto volumen de agua –"equivalente a casi la mitad del consumo actual de todo el concejo de Gijón", según se recoge en el documento–, pero la empresa sostiene que el entorno en el que se ubica "no ha sufrido problemas de abastecimiento", ni siquiera en épocas de seguía, y que "el suministro está garantizado por la Empresa Municipal de Aguas", la EMA. Considera "inviable" usar agua reciclada de la depuradora de Villaperi, tal y como pedían los alegantes, por situarse a más de 20 kilómetros, pero muestra su "predisposición" a usar agua regenerada si surge en el entorno una "infraestructura adecuada" para ello. Respecto al consumo energético, que los alegantes estiman en 620.000 megavatios hora al año, Ionway asegura que éste vendrá de fuentes renovables mediante la firma de contratos con proveedores. "Esto garantiza que la energía utilizada por la planta será generada a partir de fuentes limpias y sostenibles, como la energía eólica, solar o hidráulica", dice la empresa.

Por último, los exconsejeros del Puerto habían alegado que el proyecto no podía salir adelante porque la ley "prohíbe usos industriales en puertos de interés general", más cuando para ellos el impacto en tráficos de esta nueva planta no sería tan llamativo, y sugería la Zalia como ubicación. La empresa asegura cumplir con "los requisitos legales" y cifra en "más del 100%" los "incrementos esperados en graneles líquidos" y en un 87% el tráfico de contenedores. "El volumen de tráfico marítimo que generará la planta es significativo", asevera la empresa, que descartan la Zalia por su conexión con el emisario de Aboño.

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