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El gijonés que fue a comisaría diciendo que "había matado a un gitano" acepta cuatro años de cárcel

El procesado reconoció los hechos y rechazó hacer uso de su derecho a la última palabra

El otro investigado, por esconder el arma, también llegó a un acuerdo con el fiscal

La víctima sufrió heridas a la altura del pulmón pero sobrevivió

El acusado, esta mañana en la sección octava de la Audiencia

El acusado, esta mañana en la sección octava de la Audiencia / Ángel González

Pablo Palomo

Pablo Palomo

Gijón

Reconoció los hechos y logró una rebaja de la pena. El gijonés que acudió a la comisaría de la Policía Nacional diciendo que "acababa de matar a un gitano" aceptó esta mañana en la sección octava de la Audiencia Provincial de Gijón una pena de cuatro años de cárcel. Es decir, menos tiempo de la condena que inicialmente le pedía el fiscal que era de siete años y seis meses. El procesado reconoció los hechos y, en su caso, concurrieron dos atenuantes. El primero, el de su adicción a la cocaína, y el segundo el de la reparación del daño ya que indemnizó con 3.000 euros a la víctima a la que hirió con una puñalada a la altura de un pulmón. Este hombre, pese a la gravedad de las heridas, sobrevivió al ataque. El procesado lo estaba por un delito de homicidio en grado de tentativa.

En el caso había un segundo encausado. Se trataba de otro hombre acusado de un delito de encubrimiento puesto que, tras el ataque, que se produjo en la plaza del Médico Félix Prieto en La Calzada, se deshizo del arma blanca con el que se perpetró. Para él se pedían dos años y seis meses de cárcel y, tras el acuerdo alcanzado esta mañana, será condenado a un año y medio. Ni el apuñalador ni el encubridor quisieron hacer uso de su derecho a la última palabra. El primero de ellos, el responsable de la puñalada, estuvo esposado y custodiado por la Policía Nacional.

Los hechos ocurrieron el 27 de abril de 2023, sobre las 7 y 20 de la tarde, el procesado, nacido en 1990, se dirigió a la plaza Médico Félix Prieto para enfrentarse a otra persona. Iba armado con varios palos. Al llegar a este punto, situado en La Calzada, había un grupo de gente y en ese grupo se encontraba la víctima. El hombre que fue apuñalado, sostiene el Ministerio Público, intentó que el procesado "se calmara" y que moderara su comportamiento. Le pidió que dejara de gritar porque, en la zona, había menores de edad.

El procesado inició entonces una pelea con él y "con la intención de acabar con su vida", le clavó una navaja que llevaba en el costado izquierdo, a la altura del pulmón. Después, se marchó del lugar de los hechos. Sin embargo, de allí se fue directo hacia la comisaría de la Policía Nacional y confesó. Entró en la misma diciendo que "acababa de matar a un gitano, sin dar más datos.

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