La visita de Barbón al colegio Lloréu, en Gijón: un aniversario, una camiseta de apoyo a Los Seis de La Suiza y Antonio Flores

El presidente del Principado, junto a la consejera de Educación, visitan el centro de El Natahoyo: "Está todo muy guapo", destacó.

Pablo Palomo

Pablo Palomo

Gijón

Una mañana de lo más entretenida para el presidente del Principado, Adrián Barbón. El líder del ejecutivo regional visitó esta mañana el colegio Lloréu, en el barrio de El Natahoyo, para involucrarse en el programa de actos por el 50 aniversario del centro. Barbón acudió al colegio con la consejera de Educación, Lydia Espina. Allí descubrió un mural conmemorado especialmente para la efeméride, visitó diferentes aulas y se quedó para escuchar una actuación de los pequeños y de David Moriarty y Emilio Ribera, que interpretaron el himno del centro. Aunque no hubo atención a los medios de comunicación allí presentes, sí que se pudo escuchar al presidente del Principado elogiar la labor del centro gijonés. "Está todo muy guapo", dijo en varias ocasiones.

La visita comenzó a las doce del mediodía. Barbón llegó acompañado de Espina y saludó a la directora del centro, Milagros González, así como a diferentes maestros y exprofesionales del colegio. El presidente descubrió el mural, que se encuentra a la entrada en la fachada principal. La directora, por su parte, repasó la historia de un colegio que, ella misma explicó, se puede considerar "el corazón educativo" del barrio ya que de El Lloreu se fueron desgajando con el paso de las décadas otros colegios de la zona. El aniversario se trata de la celebración del medio siglo que lleva la institución en el mismo lugar.

Barbón se interesó por el origen del nombre del colegio, que, según le explicó Jovino López, exdirector del centro, tiene que ver con la vegetación que había en la zona. También le contó este hombre que, en su día, en tiempos de Tini Areces como alcalde, el centro cedió parte de acera para hacer la calle Camino del Cortijo. "Ah, es mucho más guapo este nombre que haberlo llamado colegio El Cortijo", reflexionó, por su parte, Barbón.

El líder del ejecutivo regional estampó su firma en el libro de visitas. Luego, fue visitando varias aulas. Entró en una de segundo de primera en la que estaban estudiando a la poeta Rosalía de Castro, dentro del programa de actos por el 8M. En otra de las aulas, uno de los profesores le recibió con una camiseta de apoyo a los "Seis de La Suiza". Tras esto, el presidente se quedó para escuchar una actuación de los niños que, próximamente, cantarán en un concurso escolar que se celebra en la Universidad Laboral. El himno del Lloreu sonó en boca y en el instrumento de Moriarty y Ribera.

Su actuación gustó tanto, que los pequeños en el salón de actos les pidieron un bis. Tocaron "No dudaría", de Antonio Flores. El presidente del Principado grabó la actuación con su teléfono, para poner el broche de oro a una mañana de lo más cercana. 

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