Cara a cara de Moriyón y Roqueñí en un tenso Consejo Social sobre Naval Gijón: próxima reunión pero sin renunciar a los tribunales

La Alcaldesa: "No me muevo bien en el conflicto pero no me pidais que no defiende lo que me parece mejor para Gijón"

La presidenta de la Autoridad Portuaria: "No es un piso con trastero, es con una acera; y la acera como la franja es un espacio público, no privado"

VÍDEO: La reunión del Consejo Social de Gijón

Pablo Palomo

Gijón

Dos horas largas de tensión, cruce de acusaciones entre representantes del Ayuntamiento –y no solo del gobierno también de ediles de la oposición salvo el PSOE– y los participantes en nombre de la Autoridad Portuaria y el Principado de Asturias, broncas por cuestiones de forma y la llamada unánime de los representantes sociales a evitar que Naval Gijón se convierta en otro proyecto en esa lista de espera donde la ciudad ya tiene el plan de vías, el metrotrén, la estación intermodal y los accesos al Puerto marcaron el desarrollo del Consejo Social. Una cita convocada por la Alcaldesa, Carmen Moriyón, pero a la que acudió la presidenta del Puerto, Nieves Roqueñí, al frente de una amplia delegación portuaria. La voz más alta que se pudo escuchar del Principado fue la del consejero Alejandro Calvo.

Una cita que acabó con Roqueñí pidiéndole a Moriyón delante de todos los asistentes una reunión y a Moriyón contestándolo que sí pero dejando claro que eso no supone «dar marcha atrás» a lo acordado en la Junta de Gobierno el pasado lunes: iniciar la licitación del plan especial de Naval Azul y darle 30 días al Puerto para que entregue al Ayuntamiento la disputada franja de Naval o el Ayuntamiento irá a los tribunales.

Diálogo y soluciones fue lo que se pidió desde la representación social. Tras oír a las dos partes parece difícil llegar a un punto de encuentro. El Ayuntamiento exige del Puerto que respete los acuerdos. Dos muy en concreto: el fijado en el PGO para esa zona y el concretado en la compra del ámbito al Puerto por 4,7 millones. ElPuerto no tiene problema con el suelo pero entiende que el acuerdo sobre esa franja concreta fijada en la cesión debe darse en un marco de legalidad que ahora no existe y para eso presenta un convenio cuyas condiciones el gobierno local rechaza al entender que supone modificar el plan urbanístico y retrasar una operación clave para la ciudad. El temor del Ayuntamiento es que que el verdadero proyecto de Naval Azul como polo económico se enrede por todo esto.

Nieves Roqueñí explicó que «el Puerto quiere lo mismo, abrir cuanto antes esa franja y hacer un paseo como en El Arbeyal y Poniente. No hay oposición a la cesión gratuita y no entendemos que rechacen que hagamos la obra». La presidenta del Puerto le dio la vuelta a la metáfora inmobiliaria usada en el Pleno: «Usted habló de que compraba un piso y le regalaban un trastero. No es un trastero, eso es algo privado; es la acera y la acera como esa franja es pública». Roqueñí fue contundente acusando al gobierno local de evitar negociar negociar.

Y Moriyón culpó a la nueva dirección de deslealtad  porque «las decisiones que se tomaron a lo largo de un año de negociaciones fueron entre instituciones no entre personas ; lamento que el tratamiento que se le diera desde el anterior equipo no fuera el adecuado según dicen ustedes pero eso no es culpa de este Ayuntamiento». 

Y un mensaje final de la regidora forista: «No soy de las políticas que se mueven bien en el conflicto pero no me pidáis que no siga defendiendo lo que me parece mejor para Gijón. Donde algunos ven conflicto yo veo defender los acuerdos y a Gijón».

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