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Los jesuitas loan el plan de traslado de los usuarios del Albergue Covadonga de Gijón a El Natahoyo: "Ayudará al proyecto del Hogar San José"

La Compañía de Jesús ensalza que el traslado de los usuarios a El Natahoyo reforzará el "emblemático" servicio de la Fundación, "tan significativo en Gijón"

El Hogar de San José, en El Natahoyo.

El Hogar de San José, en El Natahoyo. / Lucas Cid

El Natahoyo

"Este convenio ayuda al sostenimiento del emblemático proyecto del Hogar de San José, tan significativo en la memoria de Gijón". Con esas palabras se expresaba ayer la Compañía de Jesús en Asturias en un comunicado en el que reafirmaba, tal y como adelantó LA NUEVA ESPAÑA, el acuerdo alcanzado con la Fundación Municipal de Servicios Sociales del Ayuntamiento para acoger, en el Hogar, a los usuarios del Albergue Covadonga, como parte del proceso de la remodelación integral de este último complejo, que comenzará en 2026. Señalan los jesuitas que "se alquilarán los espacios de Vicente Jove y Mariano Pola para que puedan ser utilizados provisionalmente por los usuarios del Albergue Covadonga, mientras tienen lugar las reformas de dicho albergue".

El traslado, para garantizar una atención y acompañamiento adecuados a los usuarios, se hará por fases y de forma ordenada y progresiva. "Las antiguas instalaciones del Hogar de San José, en este momento vacías desde hace menos de un año, serán utilizadas para el alojamiento de hombres", explica la Compañía de Jesús en el mencionado comunicado. "El edificio de Vicente Jove, a donde irán las mujeres, estuvo ocupado hasta hace dos años por la comunidad de jesuitas, y en la actualidad también estaba vacío", remarcan asimismo los jesuitas. La nueva "casa" de los usuarios del Albergue, por tanto, estará temporalmente en El Natahoyo, en el entorno de la parroquia de San Esteban del Mar.

Vista del Hogar de San José.

Vista del Hogar de San José. / Lucas Cid

El plan de reforma del Albergue Covadonga, que costará, como máximo, 5,6 millones de euros, no implicará el traslado inmediato de los residentes del centro de baja intensidad, que suelen estar en la explanada frente al edificio en la zona de Sanz Crespo. Esto se debe a que las primeras tareas de la obra no afectarán a las áreas que acostumbran a utilizar. Conforme se desarrollen los trabajos ya se decidirá si es necesario reubicarles y, en caso afirmativo, en qué espacio de la ciudad.

Una comisión técnica para hacer seguimiento

"Confiamos en que, con el uso temporal de estos locales, el Albergue Covadonga pueda acometer las reformas que necesita para seguir ofreciendo, en el futuro y en su ubicación actual, un servicio a las personas que viven en situación de precariedad", reivindica la Compañía de Jesús. Una comisión técnica integrada por personal de la Fundación Albergue Covadonga, de la Fundación Hogar de San José y de la Fundación Municipal de Servicios Sociales se encargará de hacer un seguimiento de la situación en aras de preservar un buen funcionamiento del proceso.

Recuerdan desde la Compañía de Jesús que el Albergue Covadonga "surgió en 1988 en el antiguo matadero situado en El Natahoyo, y allí permaneció hasta su traslado en 1995 al barrio de Laviada". "Varios de sus fundadores, entre ellos el padre Paco Herrero SJ, tuvieron una especial vinculación con el barrio", prosiguen los jesuitas en su comunicado, en el que ensalzan que "con su dedicación a las personas sin hogar, el albergue buscaba –y busca aún hoy– poder atender a población en situaciones de vulnerabilidad, como parte del compromiso de la SJ con la Fe y la Justicia, expresado en el decreto 4 de la Congregación General XXXII, del que ahora se cumplen 50 años".

Sobre el Albergue Covadonga resultante de la ambiciosa reforma que experimentará, el objetivo, más allá de paliar la problemática relativa al deterioro fruto del paso del tiempo, es generar un espacio físico acorde con el nuevo modelo de atención a las personas sin hogar que Servicios Sociales pretende implementar en Gijón, con enfoques más individualizados que incentiven la independencia de la persona. El proyecto, ideado por el estudio de arquitectura Rasilla-Coloma, aboga por un gran patio central sobre el que gire el día a día de trabajadores y usuarios, además de establecer tres accesos independientes que se liguen con los distintos usos. El enfoque abierto que se pretende dar fomentará el uso compartido y la integración del Albergue en la vida del barrio.

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