Gijón se echa a la calle para sacar los camiones de La Calzada: "Si hay que cortar autovías, lo haremos"

Entre el ruido de los cláxones de los coches y el olor a petricor del asfalto húmedo de Cuatro Caminos emergió ayer la voz de Daniela Lacueva, una joven de 13 años, encargada de leer el manifiesto de los vecinos de la zona oeste para sacar los camiones de la avenida Príncipe de Asturias. "Llevamos años soportándolos y eso pone en riesgo nuestra salud y la seguridad de todas las personas que vivimos aquí. No es justo", arrancó a decir la muchacha mientras, detrás de ella, cerca de medio millar de vecinos, muchos de ellos con pancartas, cortaban la avenida Príncipe de Asturias para visibilizar el hartazgo, ya mayúsculo, de la ausencia de una alternativa para los accesos a El Musel.

Esa fue una de las fotos que pudieron verse ayer sobre las seis y media de la tarde en el corazón de La Calzada, en la glorieta de Cuatro Caminos, en la que fue la primera manifestación de la zona oeste para reclamar una alternativa al paso de vehículos pesados por delante de sus narices. La primera concentración de una nueva ronda de protestas que va a articular el movimiento vecinal de la zona Oeste ahora que se cumple más de un año desde el entierro definitivo del vial de Jove para denunciar que, tanto tiempo después, desde Madrid no se ha dado ninguna alternativa al paso de más 1.300 camiones por Príncipe de Asturias. Y una manifestación en la que volvió a quedar claro, por si no lo estaba ya, que "la gente está harta". "Hemos prendido la mecha. Si tenemos que bloquear la ciudad lo haremos", aseguraron los vecinos.

"Nos están tomando el pelo"

No solo lícitas reivindicaciones cupieron ayer en la protesta de Cuatro Caminos. En el ambiente flotaba entre los líderes vecinales también una sensación de cierto cansancio y hartazgo por una situación cuya solución, sienten ellos, no está y se la sigue esperando. Tres décadas llevan en ello. Lo narraba, por ejemplo, Charo Blanco, presidenta de la asociación de vecinos de Moreda y una de las más veteranas en cuanto a marchas para exigir una solución para la zona oeste. "La verdad es que esto es el cuento de nunca acabar. Empieza uno a cansarse y a lo mejor hay que pensar otras cosas más contundentes, pero no sé cuáles porque no hay una fórmula mágica", reflexionó. "Nos están tomando el pelo porque llevamos 30 años con lo mismo. Si es que hay fotos de Foto César de cuando plantaron aquí los primeros árboles, que eran como alfileres, y todo sigue igual", lamentó Blanco.

El escepticismo también ha cundido entre los vecinos. Muchos rechazan la opción que ha dado el Principado hasta el momento que pasa por "humanizar" Príncipe de Asturias con árboles y bancos y el desdoblamiento del tramo de Lloreda-Veriña que, según dijo el consejero Alejandro Calvo, están listo para licitarse. "La humanización y el vial por Aboño son dos ideas que dan risa. No son más que fuegos artificiales", aseveró José Luis Fernández, presidente de la asociación de vecinos de Serín, también presente ayer en Cuatro Caminos. "Qué más da poner árboles si siguen pasando camiones", añadió.

La concentración arrancó primero en la acera de la glorieta de Cuatro Caminos, al pie de una sucursal bancaria muy conocida en la zona. Con los rayos del sol completamente ocultos ya por el cielo encapotado y unas primeras gotas de lluvia refrescando el día tropical que hizo ayer en Gijón, los vecinos pusieron el pie en el acelerador y rápidamente se echaron a la carretera. Primero, trataron de cortar el paso que da con la avenida Argentina. Sin embargo, tras mediar con la Policía Nacional, lograron cortar el tráfico de la avenida Príncipe de Asturias durante unos diez minutos. La concentración tuvo medidas de seguridad importantes, con algo más de una decena de agentes de la Policía Nacional y Local velando porque todo saliera bien.

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Fue ahí, en el medio de Cuatro Caminos, cuando Daniela Lacueva, la joven de 13 años, tomó el micrófono para leer el manifiesto vecinal. "Los niños y las niñas queremos un futuro para nuestro barrio. No queremos camiones. Estamos orgullosos de vivir aquí. La Calzada se ha construido con el esfuerzo y la lucha de los vecinos y hoy seguimos luchando juntos", afirmó. "Y aquí seguiremos, hasta que los camiones dejen de pasar", clamó la joven en la parte final de su discurso. En este tramo, el micrófono le falló. Pero su voz, aun así, resonó entre el tráfico. El final de su intervención se adornó con aplausos.

A la concentración de ayer acudió el portavoz del gobierno local, el forista Jesús Martínez Salvador. "Nuestro apoyo es total a las reivindicaciones vecinales. Siempre lo hemos dicho, desde que por desgracia contemplamos el fiasco y engaño que fue la licitación del vial de Jove que se hizo desde el Gobierno de España", afirmó el concejal. "Estamos a su lado para ayudarles y hacer fuerza. Gijón lleva décadas esperando y necesita uno accesos a El Musel dignos y que los camiones salgan de Príncipe de Asturias", prosiguió. "Hoy –por ayer– estamos aquí. Pero si hay que ir a Madrid para reivindicar lo que Gijón merece y se le debe de hace décadas iremos", aseveró. De representantes políticos, estuvieron los concejales socialistas José Ramón Tuero, Marina Pineda y Jacobo López. Por IU fue su portavoz municipal, Javier Suárez Llana. De Podemos, Laura García, de la ejecutiva local.

Gran parte de la voz cantante de la protesta de ayer la ejerció la asociación de vecinos "Alfonso Camín" de La Calzada. Y uno de los que más alzaron la voz fue el antiguo coordinador de Izquierda Unida, Faustino Sabio, ahora en su condición, como él mismo dijo, de vecino de La Calzada. "Hemos pretendido que esto sea un aviso, un reinicio. Se cumple un año desde que el vial de Jove está muerto y enterrado, pero el problema sigue. Son 1.360 camiones", recordó. "La Calzada es un barrio obrero y de lucha. El próximo miércoles volveremos y si hay que cortar tramos de carretera lo haremos. El ejemplo puede ser el barrio de Gamonal –en Burgos–. Esto se tiene que resolver y si hay que bloquear la ciudad estaremos en ese camino", agregó.

Satisfecho se marchó, por otro lado, el presidente de la asociación de vecinos de La Calzada, Carlos Arias. "La gente ha venido porque está harta. Son muchos años con los camiones y la gente quiere algo a lo que asirse. Antes, el vial lo veíamos como imposible, pero decíamos ‘bueno, algún día lo harán’ pero es que ahora nos hemos quedado sin nada", expuso. "El otro día, en el Consejo, nos dicen que no tienen competencias. No hay plazos, no hay financiación y eso es lo que queremos", afirmó. Arias cargó contra el Principado, pero también contra el Ayuntamiento. "El consejero dijo que tenían la obligación de invertir los 300 millones del vial. Hombre, pero si echaron abajo una licitación no te digo yo lo que van a hacer con una obligación moral. El Ayuntamiento tiene su cuota, porque con el protocolo de contaminación puede restringir el paso de camiones, pero no hacen nada. Escurren el bulto", criticó.

Por su parte, Manuel Cañete, presidente de la Federación de asociaciones de vecinos de Gijón también estuvo en la marcha. "La sociedad está empezando a moverse porque ya se ha visto que nuestros representantes no van a mover nada en Madrid", zanjó.

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