Opinión

Ligereza política con los clubes deportivos de La Calzada

Hace varios días este periódico destacaba que en la zona oeste se había producido una reunión entre la Asociación de Vecinos “Alfonso Camín” de La Calzada y representantes de varios clubes deportivos de la zona con el fin de analizar la falta de instalaciones para la práctica deportiva en el barrio de La Calzada. El espíritu de la reunión tenía como objetivo tender a la creación de una plataforma para estrechar lazos y unificar fuerzas reivindicando un polideportivo decente y exigente a las expectativas y realidades de los clubes.

En definitiva, lo que reclaman es la vieja aspiración del barrio de igualarlo al mismo nivel del resto de los barrios de Gijón que cuentan desde hace muchos años con pabellones polideportivos para la práctica de eventos deportivos de prestigio nacional y mundial. Es triste, que se dé la paradoja, de que siendo La Calzada el barrio donde se ubica la sede y base social del club femenino más laureado internacionalmente (Telecable) no disponga de un pabellón polideportivo que esté a su misma altura, viéndose abocado, como el resto, a usar instalaciones en precario y, en algunos casos, distanciadas del barrio.

La asociación vecinal, con su presidente Carlos Arias a la cabeza, mostró todo su apoyo a los clubs del Telecable, del Baloncesto Arbeyal, Rugby La Calzada y Voleibol La Calzada, en lo que él expresó como “intento de crear sinergias” para fortalecer vecinal, social y deportivamente la vieja aspiración tantas veces reclamada como otras tantas denegada por una u otra razón, fundamentalmente, por falta de liderazgo y valor político.

En la línea de que el barrio necesita el citado equipamiento deportivo del que se beneficiarán miles de deportistas de toda condición y edad el presidente vecinal con buen criterio, a mi entender, concluida la reunión añadía de forma textual: "El deporte no puede ser un lujo en este barrio, debe estar al alcance de todos, por eso van a hacer esta plataforma con la idea de hacer colaboraciones entre los diferentes clubes".

El día después, el concejal de Deportes del Ayuntamiento de Gijón, Jorge Pañeda, manifiesta su discrepancia sobre lo expresado por el presidente vecinal. Si bien es cierto que aplaude la iniciativa de los clubes de La Calzada y defiende las obras parciales que desde su concejalía se han venido ejecutando en las diferentes instalaciones deportivas de la zona, cargó contra la asociación por considerar que “se está politizando la cuestión deportiva”, lo cual, le lleva al cabreo por el oportunismo político que se pretende hacer por medio del deporte.

Con todos mis respetos hacia el señor Pañeda, creo que se equivoca por varias razones. Primero, no es comparable la tenencia de equipamientos deportivos de máxima garantías como se reivindica que suplirlo con parches parciales por desinterés político con la tan socorrida frase de no hay presupuesto. ¿Quizás para 2027? Segundo: como expresa el presidente vecinal el deporte no puede verse como un lujo, sino que debe de estar al alcance de todos como condición física saludable en donde la seguridad de instalaciones y deportistas esté garantizada. Tercero: pese a lo que usted pueda pensar, aspirar a mejorar, sea cual sea el estadio, no es politizar la política, solo es una ramificación de expresión ciudadana legitima.

Señor Pañeda, la ligereza en política es cualidad de ser ligero de lengua al meditar poco lo que se expresa y eso tiene el peligro añadido de politizar la propia ligereza en vez de entrar en el terreno de lo constructivo, sin crear fronteras, para que un proyecto no quede fallido. Solo la política del negar y no admitir nada, además, de volverse sensiblemente politizada resulta torpe y lleva al fracaso.

Quiero pensar que su reacción es fruto del desconocimiento asociativo del que se nutre el barrio de La Calzada para encarar con naturalidad la forma de hacer barrio a lo largo de su recorrido histórico.  No quisiera molestarle, pero quizás se deba a que al día de hoy a pesar de los dos años que lleva en el gobierno municipal sigue siendo un advenedizo en el terreno común de la política del barrio. Pero todo es cuestión de perseverar. Desconoce que la forma de actuar en el colectivo vecinal de La Calzada, compartir metodologías de trabajo, forma parte del armazón asociativo-participativo común al barrio y que debería ser clave también en la aplicación de la política municipal.

Opino, que para ganarse la confianza vecinal en general y de los clubes deportivos en particular, debería de ponerse a trabajar con ellos en la línea de solventar la carencias deportivas que se aluden  con el anuncio de un compromiso municipal firme, sin dilación, para ser creíbles, usted y el proyecto, y dejarse de ligerezas susceptibles al influjo de la acción política  del gobierno municipal para negar la evidencia como única razón quizás, se me antoja, por estar cargada de tinte zonal fronterizo. Y, créame, eso no facilita la conciliación, sino que la enturbia.

Señor Pañeda, todo fluye bajo el salpicadero lingüístico que asocia a la política como disciplina común que tiene efecto en la sociedad: se lee y se escribe en lenguaje político, se padece y se disfruta en clave política, se pide, se niega o se concede en el contexto de la política y, si me apura, hasta la calidad del aire que respiramos está sujeto a la disciplina del lenguaje y del hacer de la política y, de esto, de aire contaminado, por desgracia, saben muchísimo los vecinos de la zona territorial oeste de Gijón.

En esta zona, no me invento nada, si manifiesto que son variados los casos de padecimiento de asma y enfermedades respiratorias derivado de la mala calidad del aire que respiran sus habitantes sobrevenido por una nefasta política industrial y ambiental desprovista de medidas correctoras para eliminar los altos índices de toxicidad  Y, esta insana realidad política, señor Pañeda, no hace más que reafirmar que todo lo que nos rodea está asociado en menor o mayor medida a la acción beligerante de la política que desarrollan los políticos, luego, abierta queda, la vía de la politización o no dependiendo del interés de cada cual que, casi siempre, se salda en interés contrario al deseado por el colectivo ciudadano.

Señor Pañeda, sin salir de la zona, el tan socorrido vial de Jove (Ronda Oeste) el PP movió las fichas de la estrategia política como reacción contraria a la alternativa del PSOE en superficie para ser ratificada posteriormente por Álvarez Cascos en su etapa al frente de transportes, no deja de ser más que la utilización del lenguaje espurio que degenera la naturaleza argumental de la política. Por tanto, digamos que la politización de la política solo es permisible como instrumento, nunca como objetivo de amenaza en la línea -como ejemplo- que practica la presidenta Ayuso.

La más longeva asociación vecinal de Gijón, Alfonso Camín de La Calzada, desde su creación ha mantenido por brújula la defensa de los derechos de los vecinos confrontando con las autoridades municipales propias del franquismo sin temblarle el pulso y fue sometida a amenazas y cierre de instalaciones por alteración del orden público, me atrevería a decir, que mucho antes de que a usted le entrase la vena política. Por tanto la asociación tiene suficiente recorrido y experiencia como para no caer en la politización subjetiva en la que usted ha caído desde su cargo público, con el fin de eximirse de la responsabilidad de dotar al barrio de La Calzada de las instalaciones deportivas dignas que se merece por población, nivel de Clubes, sensibilidad   deportiva e historia socio cultural. 

Tracking Pixel Contents