Opinión

La franja azul del litoral del oeste

Las posturas del Ayuntamiento y la Autoridad Portuaria

En la política local se ha abierto la guerra de la franja de costa del litoral oeste de la ciudad susceptible a quien debe asumir las actuaciones de regeneración urbana colindante. Autoridad Portuaria y Ayuntamiento se disputan la actuación en esa primera línea de playa. El gobierno de Carmen Moriyón retrotrayéndose al acta de lo firmado con el anterior ejecutivo portuario, se reafirma en que dicha actuación es competencia municipal. Sin embargo, el nuevo ejecutivo huye de la letra y se acoge a la teoría del espíritu para acreditar la referida actuación a modo definitorio.

En ese estado de dimes y directes lo que los ciudadanos observamos es una artillería cruzada de opiniones diferentes sin entender muy bien a que obedecen. Las dos partes se señalan y cada una a su manera se adjudica para sí el desarrollo de la franja fina del litoral enfrascados en una aventura en la que solo ellos están creando un estado de incertidumbre a la población.

La remodelación de la fachada adscrita a los terrenos portuarios es un tema complejo que ha pasado por distintos proyectos técnicos y escenarios sociales, económicos y políticos que han ido cayendo uno a uno sin prosperar en nada concreto, a mi entender, debido a que la voluntad política de los gobiernos de izquierda proclives a la actuación de cambio fue origen de rechazo por los agentes inmovilistas y medios conservadores, simplemente, por cuestiones ideológicas, pero sin aportar alternativas por su parte.

En septiembre de 2021 abierto el concurso de ideas para remodelar la fachada marina oeste se presentan 13 propuestas de manara oficial. Sale ganadora la denominada Fomento-con, con una inversión de 7,6 millones de euros y una ejecución de obra que se extiende desde Claudio Alvargonzález hasta la plaza Máximo González en El Natahoyo. La propuesta abordaba dos actuaciones principales: reordenar la movilidad en la zona, priorizando la personal y ciclista frente a los automovilistas, y humanizar el espacio urbano existente integrándolo en la ciudad.  

Sumándose al concurso de ideas la Autoridad Portuaria “asumía la obra para prolongar el paseo marítimo en Naval Gijón” en el marco de un proyecto para la modernización y transformación de los terrenos pertenecientes al Puerto en la franja oeste desde la Punta de Lequerica hasta Marítima Yates en El Musel. Por cierto ¿Qué fue de los proyectos del concurso de ideas?

Aquella buena disposición, pudiera ser la respuesta sostenible en la que se apoya el ejecutivo entrante como rúbrica manifiesta para reclamar la actuación directa del Puerto en la regeneración de la costa litoral oeste de Gijón que el Puerto ofrecía de manera gratuita para el acondicionamiento del paseo público. Pero, también, se abre la posibilidad de señalar las desavenencias políticas entre Lourido y el gobierno del Principado que representa en la actualidad Roqueñi sobre lo actuado en la compraventa de los terrenos entre la Autoridad Portuaria y el Ayuntamiento de Gijón. El noqueo político de Lourido poco después del hecho, estimo que confirma la hipótesis de “iguales pero separados”.

Por tanto, la forma que se llevó a efecto la venta de unos terrenos infructuosos y baldíos que ocasionaban un lastre para el propio Puerto, además, de impedir avanzar en el desarrollo urbanístico y de ocio de la ciudad es lo que suscita en el nuevo equipo directivo nuevo brío para que al Puerto no se le considere como elemento pasivo, sino como parte estratégica del desarrollo que se prevé para la franja del litoral oeste como contrapeso político a lo que proyecta la señora Moriyón referente a Naval Azul y al plan “Llave” como impulso a la vivienda pública concertada. A mi entender en el desarrollo global del ambicioso proyecto de ciudad que se describe no tendría sentido si la Autoridad Portuaria y demás agentes políticos, sociales y vecinales quedasen ausentes.  

Todos, sin excepción, deben ejercer una interacción de acción recíproca como pegamento firme en el sentido de no renunciar ni a una sola vivienda pública ni metro cuadrado de superficie público a entregar a Emvisa por compensación a la edificabilidad que le corresponda por ley y a algún usufructo municipal compensatorio más, sobrevenido, del negocio que se les abre a las empresas promotoras actuantes a las que el Ayuntamiento les va a facilitar el suelo público a coste de operación cero. Así que atentos.

Sin salir de la zona oeste estos días se formalizó una reunión entre Nieves Roqueñi, en representación de la Autoridad Portuaria y representantes vecinales y de determinados clubes deportivos de la zona. Destaca la buena disposición de la presidenta de cara a explorar fórmulas que faciliten el uso deportivo a los clubes zonales con el acondicionamiento de las actuales instalaciones deportivas en desuso. Sinceramente creo que puede ser el inicio para la creación de sinergias (vecinal, deportiva, autoridad portuaria y alcaldía) tendentes a la construcción del tan deseado y necesario pabellón polideportivo que daría vitalidad al contexto global del barrio oeste.

De ahí, que considere que la referida reunión es un hito crucial para persistir en esas negociaciones teniendo presente en el horizonte la filosofía vecinal asentada en el barrio de que toca hacer comunidad creativa, responsable y participativa. Obviamente, sin dejar cerrada la vía de la presión siempre necesaria y la mayor de las veces persuasiva y fructífera. 

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