Opinión

Primero el partido

Decía en un artículo anterior, que sin tener confianza en las Comisiones de investigación, era preciso constituir una sobre la mina de Zarréu, aunque solo sirviera para que algún responsable pasara alguna noche en vela. Siendo una investigación política y la responsabilidad de los hechos de la administración, no parece lógico que la presida quien representa a los que hayan podido incurrir en irregularidades, que pondría los intereses del partido por delante de los de los ciudadanos, lo que descalifica a quienes forman parte del gobierno del Principado. La experiencia que tenemos de PP y Vox, que utilizan estas comisiones más para hacer sangre a sus rivales, que, para aclarar los hechos, tampoco los avala. Quedan por tanto Foro y Somos para presidirla.

En el ámbito local, la franja de Poniente es otra demostración palpable de cómo los intereses partidistas priman sobre los del ciudadano. No era importante este tema al principio, parecía una menudencia que no tendría recorrido, pero Puerto y Ayuntamiento se han ido encabronando hasta acabar convirtiendo una nadería en un problema de estado. Es el huevo y el fuero, importa más quien se apunta el mérito de la actuación sobre una pequeña franja, que la actuación en sí misma. Al ciudadano, lo que le interesa, es disfrutar cuanto antes de unos terrenos degradados que durante años le estaban vedados, pero para PSOE, Foro y PP, lo importante es colgarse una medalla y quitársela al contrario, lo demás es secundario. El tema es doblemente absurdo si tenemos en cuenta que se trata de una actuación provisional. Parece lógico que el terreno que ya es municipal y la franja, que entiendo debe seguir dependiendo del Puerto, se acondicionen ahora por el Ayuntamiento, y que una vez concluidos los trámites y planes especiales, el Puerto integre la franja en el paseo que pretende hacer desde Lequerica a El Musel y el Ayuntamiento desarrolle la parcela. Judicializar el tema, independientemente del resultado, sería un perjuicio doble para los ciudadanos, que tendrían que hacer frente a las costas de las dos partes y verían retrasado su acceso a unos terrenos que son suyos.

En el PSOE local, la cosa va más allá, y lo que se antepone son los intereses de una facción del partido que con su golpe de estado interno perdió una alcaldía que seguramente hubiera revalidado, y aún no lo ha digerido, lo que le hace arrastrarse por un titular que le dé una bocanada de aire.

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