Conflicto por un puñado de euros

Gijón mira este episodio, que trunca los planes de la Alcaldesa y posiciona a la Autoridad Portuaria como adversario, entre la indiferencia y el empacho.

La negativa del Puerto a ceder los metros comprometidos al Ayuntamiento para el paseo litoral tras firmar la venta de los terrenos de Naval es la cara visible del enésimo incumplimiento socialista. Uno más en el historial del partido del puño y la rosa, el protagonista de todos y cada uno de los fiascos a Gijón. De todas y cada una de las cuentas pendientes que suponen proyectos incumplidos como el vial de Jove, tan vinculado a la descontaminación de la zona oeste, la estación intermodal, la Zalia, la Autopista del Mar o tanto otros. Sin duda, demasiadas decepciones.

Esperábamos, efectivamente, un puñetazo sobre la mesa del PSOE para mostrar que siguen ahí, ahora que les toca vivir sin protagonismo en la oposición, pero sorprende el ruido de este portazo innecesario. Si el nombramiento de Roqueñí les dio la excusa para hacerse notar, está claro que se les fue la mano en el intento: cuánta frustración y ánimo de venganza se adivinan en este "no".

El caso es que el golpe bajo socialista al equipo de gobierno solo ha servido para echar leña al fuego. La alcaldesa, una incondicional de los tribunales y especialista en la sobreactuación, ha entrado al juego como más se gusta a sí misma: amenazando con judicializar el caso. Y todo mientras el PP la aplaude ante el riesgo de que el proyecto estrella del bipartito, Naval Azul pierda algo de su brillo.

Pues bien, cualquier discusión está de sobra: los acuerdos firmados siempre deberían respetarse, de eso sabemos bien en Vox, y con este incumplimiento los socialistas vuelven a retratarse como lo que ya son, el principal obstáculo para el desarrollo de Gijón. Pero no es menos cierto que Foro y su alcaldesa, por mucho que puedan tener razón en este contencioso, son los menos indicados para protestar cuando les dejan en la estacada y con una firma de por medio, porque ellos también lo han hecho. Y de eso, por supuesto, sabemos en Vox.

Sea como sea, este intento de impedir avances para nuestra ciudad organizado por los socialistas se vale de herramientas indignas, es evidente.

Servirse de la ventaja que les supone nombrar al presidente de la Autoridad Portuaria para utilizarlo como palanca a favor de sus intereses suena a ajuste de cuentas, cuando lo que necesita Gijón, ahora más que nunca, es un Puerto y un Ayuntamiento coordinados en hacer crecer y mejorar la ciudad. No sabemos en qué momento se les ha olvidado que los gijoneses no tenemos que ser moneda de cambio en sus luchas políticas. Ni el partido socialista debe hacernos rehenes de sus intereses, ni la alcaldía tiene que enrocarse en procesos judiciales que solo aparejarán más retrasos para el proyecto, costes procedimentales y consolidación del enfrentamiento, sea cual sea el fallo.

En contra de lo que está sucediendo, los esfuerzos de ambas partes deberían orientarse al diálogo y al entendimiento. Aboguemos por la negociación porque en este conflicto el único ganador debe ser Gijón.

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