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La esquina

El misal de la superiora

El "caso Juan Guerra" quedó marcado por la amenaza de Felipe González de que si querían una cabeza, la de Alfonso, podrían encontrarse con dos, la de él mismo. El "caso Bárcenas" es el del mensaje de Rajoy al extesorero popular, "sé fuerte, Luis". El "caso Pujol" ya ha quedado marcado por la frase de la esposa de Jordi de "soy la madre superiora, mande dos misales al capellán". Cada misal es un millón de euros. Cada español sueña ahora con tener un misal en su cuenta corriente o debajo de su colchón. El uso de cargos eclesiásticos para esconder la corrupción de la que fue primera familia catalana muestra un regreso a los cincuenta del siglo pasado que no lo salta un gitano, que diría antes, pero que ahora no puede decirse por corrección política. La madre superiora manejaba, según los datos que se van conociendo, una amplia biblioteca de misales. El capellán no se quedaba atrás. Paisanaje.

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