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Eloy Méndez

TAZA Y MEDIA

Eloy Méndez

Por los ojos y por la nariz

Nada hay tan evidente en una ciudad como la porquería. Muchos servicios municipales pueden fallar estrepitosamente sin que la mayoría de los vecinos se enteren, pero todas las alarmas saltan cuando un rincón, por muy recóndito que sea, acumula suciedad. La inmundicia entra por los ojos y por la nariz como una flecha y activa de golpe todas las conexiones neuronales que provocan rechazo. Por algo los romanos construyeron la Cloaca Máxima, un gran vertedero donde tapar las vergüenzas sólidas y líquidas de su capital. Y por eso no hace falta explicarle a ningún gijonés que las calles están desde hace meses anormalmente degradadas. No hay discusión posible porque un simple paseo vale más que mil palabras. Lo único que cabe pedir es una urgente reacción municipal que acabe cuanto antes con el exceso de basura, acorde a la buena fama que Emulsa se ganó a pulso hace décadas.

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