Parece ser que la nueva Ordenanza de Movilidad verá la luz con el apoyo de Unidas Podemos, según se desprende de las declaraciones realizadas por el concejal Aurelio Martín. Los puntos del acuerdo que han trascendido a los medios alejan a nuestro grupo municipal de un voto favorable a la misma en el Pleno en el que tenga que aprobarse. Desde el inicio de las negociaciones con el equipo de Gobierno, al que quiero agradecer su disposición al diálogo, dejamos claro una serie de puntos que considerábamos clave, además de otras enmiendas que mejoraban el texto, muchas de las cuales fueron aceptadas, y que coinciden con los presentadas por otros grupos. Para muestra de ello, la reserva de plazas en parking disuasorios para los vecinos de la zona rural, con la única duda de cuándo se pondrán en marcha, cuando no hay un Plan Integral de Movilidad que los recoja, o la eliminación del pago por parte de las motos de la zona ORA, que gracias a las organizaciones de moteros y a los grupos de la oposición, se eliminará.
Sin embargo, desde Ciudadanos hemos marcado una serie de puntos que para nosotros son clave en esta ordenanza. En primer lugar es necesario dejar claro quién es el "órgano competente" que tiene que aprobar todas aquellas decisiones de carácter permanente, y para nuestro grupo municipal este órgano debe de ser el Pleno. En él están representados todos los grupos municipales, y en su seno se puede debatir la conveniencia de su puesta en marcha, siendo necesario para ello la negociación y el acuerdo para unas decisiones que pueden ser de gran calado y perdurables en el tiempo. Hemos pedido un informe a la Secretaría de la Comisión y a la de Pleno para que se pronuncie sobre este punto, y se determine este órgano competente.
En segundo lugar, otro de los puntos de discrepancia es la petición de eliminar los distintos colores a los que hace referencia el proyecto de ordenanza para la zona de ORA, en concreto la nueva zona naranja. Crear esta nueva zona pervierte el sentido para el que se puso en marcha la ORA, que es la rotación de las plazas de aparcamiento, "bien" cada vez más escaso en nuestra ciudad. Crear zonas naranja en áreas residenciales, para que sólo aparquen en ella los residentes, no es el espíritu de la Regulación de Aparcamientos. Podríamos encontrarnos con plazas vacías sin que pudiesen hacer uso de ellas otros conductores, con los problemas que ello conlleva. En este punto el equipo de gobierno ha sido tajante, no eliminará esta zonificación de la ordenanza.
Por último, y siendo el punto de mayor fricción, está el tema relacionado con las etiquetas medioambientales. Desde el principio de las negociaciones nos opusimos a poner fecha en su obligatoriedad para la circulación de vehículos por el casco urbano. Gijón no puede ser la pionera en un tema que todavía no está legislado ni a nivel autonómico ni nacional. Esperemos a esa legislación y pongámoslo en marcha. Mientras no sea así nos causa muchas dudas legales su aplicación en toda el área urbana sin una justificación clara, y la contaminación no lo es, pues no se da en toda la ciudad. Además de que la zona más afectada por la contaminación, que es la zona Oeste, es la que está fuera de las inversiones necesarias para disminuir este problema, como es la finalización del vial de Jove o las inversiones en el puerto de El Musel para paliar los problemas con el parque de carbones. Además de las dudas legales, estamos generando un problema a los gijoneses cuando no hay necesidad de ello. ¿Cuál es la solución que propone el acuerdo PSOE-IU-UP?, un plan PIVE local y gratuidad del autobús. Esto genera más preguntas: ¿habrá presupuesto en los diferentes años del acuerdo para hacer frente a estas ayudas?, y sobre todo, ¿es necesaria? Según el informe presentado por el Concejal de Movilidad, Aurelio Martín, no lo deberían de ser, pues la ratio de rotación de vehículos sin etiqueta hará que para el año 2026 no estén muchos de estos coches en circulación. ¿En qué quedamos, hace falta una ayuda o casi no habrá coches sin etiqueta circulando en 2026 aunque no la haya? Estamos obligando a los gijoneses a cambiar de coche antes de ese año, cuando ninguna ley estatal o autonómica les impide circular por el resto de Asturias. Los vecinos de la zona rural son los más perjudicados. La solución, autobús gratis, y a la vez ponemos en marcha un servicio especial para ese entorno. Actualmente el servicio es muy escaso y muy poco operativo, lo que genera demandas constantes de los vecinos para arreglar el transporte público. Son vecinos de Gijón y quieren los servicios que tienen todos los gijoneses, siendo conscientes de que no es posible que sea así al 100% por las dificultades que conlleva. Durante años se ha intentado buscar una solución sin ser posible, pero se ve que el acuerdo alcanzado permite al equipo de gobierno tener una "varita mágica" que lo arregle. Veremos cuál es la solución que finalmente se adopta, su puesta en marcha, viabilidad y perdurabilidad en el tiempo.
Lo dicho, todo contradicciones que nos alejan del voto favorable de esta ordenanza. Ordenanza, por otro lado, muy necesaria en estos momentos en que la movilidad es un tema que preocupa a todos los gijoneses, y que hasta ahora sólo ha provocado desconcierto, dudas o directamente rechazo. Desde Ciudadanos seguiremos trabajando para todos los gijoneses e intentando llegar a acuerdos. No dejaremos de hacer lo que hemos venido haciendo hasta ahora, política útil para los ciudadanos de Gijón, mal que les pese a algunos grupos municipales.
