El 14 de octubre de 1918 el Ayuntamiento de Gijón declaró el "estado epidémico" a causa de la gripe que asolaba el país. Pero en Gijón antes de la gripe de 1918 habíamos tenido otras epidemias. Por ejemplo la del cólera. La epidemia de cólera en Gijón duró desde la primera defunción, en septiembre de 1885, hasta la última en diciembre de ese año. Total 29 muertes. Otra epidemia de difteria hubo desde noviembre de 1911, y otras de tifus y de cólera.
Luis Fernández Valdés "Ludi" en "Un kilo de versos" (1915) escribió sobre el cólera y el tifus en Gijón y lo hizo con humor, con mucho humor, en dos de los 71 poemas de "Un kilo de versos". En "Desinfectémonos" se dirige al doctor Mendoza, bacteriólogo que vino a Gijón en 1911 enviado por el gobierno con motivo de la epidemia de tifus. "Hallará muchos microbios / hasta por miles, / en muchos e industriosos centros "febriles". Y lo ponía al tanto de cómo estaba contaminado el río Cutis: "Por el centro del pueblo bulle y murmura / y en su cauce no arrastra / más que basura. / Vierta en él por arrobas / un antiséptico, / y si le queda un rato de humor ? herpético / desinfecte estos versos / abrumadores / para privar del tifus / a los lectores".
Ludi vuelve al tema con el poema "¡Ojo al morbo!". "Hoy que la gente del pueblo / se encuentra un tanto alarmada / con la terrible noticia / hace poco propalada / de la existencia del cólera / bastante cerca de España". Y termina el hilarante poema: "Yo entre col y col, ahueco / no vaya a ser que, acabada / la lectura de estos ripios / de tan poquísima gracia / monten en "cólera" justa / y me aticen dos patadas.".
Terminamos con dos epitafios. Siempre es buen tiempo para volver a releer a Ludi. "Aquí yace el cuerpo inerte / del cojo Pedro Morata. / Ha sido un gachó con suerte, / pues de no ser por la muerte / jamás estira la pata". Y otro: "Un haragán consumado / mora en esta catacumba. / Pasó su vida acostado, / debe de hallarse encantado / de estar "tumbado" en la tumba".
