El cierre de Gijón establecido ayer por el Principado como dique ante la segunda ola del coronavirus ha dejado un puñado de incógnitas que corresponde despejar al Ayuntamiento a la mayor brevedad posible. Se sabe que la medida solo afecta al casco urbano del concejo, pero no a su extensa zona rural. Conviene, por tanto, aclarar antes que nada dónde estarán los límites del perímetro, teniendo en cuenta que los bloques de pisos se entremezclan con viviendas unifamiliares o con naves industriales en muchos rincones. También es importante saber cómo se van a vigilar las numerosas rutas que comunican el área "controlada" y la "libre". Y es igual de necesario explicar qué pasará con las líneas del autobús público que exceden con mucho la ciudad. A la autoridad municipal le espera un fin de semana de intensa pedagogía.