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Iván Pérez del Río

Ley educativa o territorial

La evolución de la legislación para la educación en España

La primera pregunta que podemos hacernos es si España necesita una nueva Ley educativa. Quienes demonizan la LOMCE del Partido Popular dicen, entre otras cosas, que es una Ley “mercantilista”, “neoliberal”, “al servicio de los intereses de la OCDE”. Para estas personas consideran que la ley vigente mercantiliza el sistema educativo y que reorienta los objetivos de la educación al servicio de las reglas del mercado neoliberal, y a mejorar exclusivamente los test de PISA.

Ciertamente, la LOMCE pone un énfasis excesivo en una calidad y en una excelencia parcial, objetivos por otra parte legítimos y que han de estar presentes. El fallo principal es olvidarse que la educación ha de aspirar mucho más alto. El fin principal debería ser formar ciudadanos críticos, reflexivos, dialogantes, capaces de transformar el mundo desde una profunda responsabilidad social. Centrar la calidad y la excelencia solo en los resultados es ideologizar la educación, tanto como los que tratan de vender un programa ideológico a través de una asignatura. Unos y otros ultrajan el fin de la educación.

No me cabe duda de que la LOMCE de Wert es una ley que hay que sustituir. Por una parte, para equilibrar ciertas descompensaciones y para poder responder a nuevos retos globales. Por otra, para recuperar el espíritu de pacto y de diálogo del exministro socialista Gabilondo que rompió el PP en el 2013. Otro ejemplo de aquellas mayorías absolutas añoradas por algunos que han sido motivo de soberbia, en vez de un gobernar “para todos”.

España, hoy a diferencia de ayer, es más plural a nivel cultural y religioso; somos más conscientes que la democracia es más potencia que acto; hay nuevos retos globales inaplazables algunos de ellos recogidos en la agenda 2030. Es urgente, muy urgente, que la educación responda a todos estos desafíos y que aspire a formar ciudadanos abiertos y dialogantes que sepan analizar la realidad presente y responder a ella desde una “identidad global”, desde una ética del cuidado, de modo cívico y responsable.

Vemos con estupor que los únicos compañeros de viaje del PSOE son Podemos y ERC. Pactan eliminar el castellano como lengua vehicular en Cataluña, la exclusión de la concertada, la bajada de nivel educativo, la cesión de más competencias aún a las CC AA, la eliminación de la oposición a inspector educativo, etcétera. La LOMLOE se ha convertido en una ley territorial que amenaza con demoler dos cosas: el sistema educativo y el PSOE sensato, del pacto y del centro. Todo, para aprobar unos presupuestos.

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