Que la Justicia lleve una venda en los ojos no quiere decir que sus profesionales anden ciegos ante los obstáculos que tienen para trabajar. Una prueba de que toman conciencia de esas limitaciones y buscan soluciones está estos días en Gijón, donde se va a estrenar un sistema telemático que permitirá a jueces y a letrados celebrar las audiencias previas sin salir de casa o del despacho. Un método que aliviará el atasco de causas que esperan respuesta, agravado por culpa de la peregrina decisión del Gobierno de cerrar a cal y canto los Juzgados durante todo el confinamiento. El plan piloto, obviamente avalado por el Tribunal Superior de Asturias a instancias del Principado, ha sido impulsado con entusiasmo en la ciudad por el juez decano, Luis Roda, y por el líder del Colegio de Abogados, Benigno Villarejo. Es justo reconocerles el mérito.
