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El encierro en la parroquia

Sobre la acogida a cinco hosteleros en plena crisis del covid

La parroquia de San Pedro de Gijón, con motivo del encierro en sus dependencias de los perjudicados por el cierre de la hostelería y el comercio ante la situación de la pandemia covid-19 en Asturias, quiere hacer constar:

1. Estamos atravesando en Asturias una etapa grave y preocupante en la pandemia del covid-19 que venimos padeciendo en España desde hace nueve meses, situación que debe ser tenida en cuenta y que hace más difícil y problemática la acción reivindicativa que se ven obligados a manifestar los perjudicaos por la rígida normativa impuesta para la hostelería y el comercio.

2. Por lo cual, hacemos una llamada al cumplimiento escrupuloso de las normas sanitarias que deben ser tenidas en cuenta tanto en el exterio (pórtico y patio) cmo en el interior de las dependencias parroquiales al ser un lugar de dirio y frecuente uso público-religioso: mascarillas, distancia, uso de geles, número de personas en reunión, limpieza de los lugares utilizados.

3. Como ha expresado el señor Arzobispo en la nota publicada y ampliamente divulgada del 16 de noviembre con motivo de estos encierros, la iglesia no cierra las puertas a nadie, sobre todo a los que sufren y necesitan ayuda. Nos hacemos solidarios de las reclamaciones justas de estos trabajdores. Esperamos que así lo comprenda, lo acepte y lo apoye la feligresía que participa en la vida cristiana de esta parroquia.

4. Al mismo tiempo, expresamos nuestra extrañeza al tener que seguir utilizando lasparroquias para gritar y reclamar la atención con estos signos, que fueron necesarios y tuvieron su impacto en condiciones políticas y sociales diferentes a las de hoy. Vivimos en democracia y estos signos deberán de ser permitidos también en las distintas instituciones políticas y sociales, sobre todo cuando se trata de trabajadores. Es más, resulta más sorprendente que facciones políticas que han sido defensoras de los derechos de los trabajadors no logren en este caso acuerdos cabales y humanos.

5. La hostelería y el comercio han cerrado sus instalaciones por orden gubernativa y por una causa ajena a su medio de vida y su trabajo, para lo que el mismo gobierno le concede las licencias oportunas y pagan sus impuestos. Ante una decisión tan extrema como la dada, en el caso extresmo de que pudiera estar justificada, lo justo sería compensarles de manera equitativa en los perjuicios que se les causa, arbitrando un presupuesto extraordinario par aello. Es el momento de la generosidad, de la solidaridad y del sacrificio de todos. Es el momento de la política del bien común de todo, porque todos somos afectados por la epidemia del coronavirus. Como estamos viendo de los sanitarios, esperamos gestos, actitudes y acciones solidarias de todos y particularmente de los políticos para hacer frente tanto a la situación sanitaria como a la social.

6. Con la fuerza que nos da la palabra y la acción testimonial humana y caritativa de la iglesia y su doctrina social, rogamos a las partes enfrentadas alcanzar cuando antes por el diálogo la pronta solución de este problema, como lo han logrado en otras autonomías.

7. Rogamos a los que se ven olbigados a encerrarse que utilicen las dependencias facilitadas para ellos, las mantengan cuidadas y limpias, eviten toda posibilidad de contagio y respeten los lugares indispensables para el funcionamiento de la vida paroquial como son las misas, funerales, bautizos... que tienen que ser celebrados.

8. Rogamos evitar las aglomeraciones en las concetraciones que se pudieran convocar, tanto en el templo parroquial como en otras dependencias. En éste se debe ser riguroso para acreditar y fortalecer todo signo reivindicativo. La salud debe protegerse aún situaciones críticas.

9. Deseamos que cuanto antes sea posible este acuerdo y consenso humano, social y de buena política que pone, por encima de otros intereses, a la persona.

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