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Jaime Torner

La irrupción de Kamala Harris

Si Joe Biden es finalmente confirmado presidente de EE UU, Kamala Harris será su vicepresidenta. La noticia es relevante por cuatro razones: a) Ser la primera mujer de EE UU nombrada para semejante cargo; b) Ser de color, dadas sus raíces jamaicanas e hindúes; c) Su excelente formación académica (graduada en Ciencias Políticas y Economía por la Universidad de Howard (1986) y Derecho por la Universidad de California (1989); d) Su edad (56 años) y experiencia profesional como Fiscal de Distrito (San Francisco), Fiscal General del estado de California (2011-2016) o senadora del Partido Demócrata por California (desde el año 2017).No obstante, el perfil político de Harris parece tan controvertido como el de Biden. ¿Por qué?

En primer lugar, dentro del Partido Demócrata, Harris se sitúa a la izquierda de Biden y alineada con Bernie Sanders; siendo elegida candidata a vicepresidenta, básicamente, para amainar la tormenta racial desatada por la política del cesante Trump en diversas ciudades de mayoría afroamericana (especialmente, Detroit y su cinturón industrial), al ser un polvorín tras episodios de supuesta (y, ocasionalmente, real) brutalidad policial.

En segundo lugar, la Historia demuestra que en política nada es casual y que, detrás de movimientos tipo “Black lives matter” (La vida de los negros importa), suele haber un “lobby político” de oscuros intereses, encubiertos con la defensa de derechos humanos en ese sector de población desfavorecida. Consiguientemente, cuando un político llega al poder financiado por estos “lobbys”, puede convertirse en una de sus marionetas. De hecho, Harris (como Biden) parece próxima al entorno del especulador George Soros (90 años), habiendo sido ya públicamente felicitada por su heredero, Alexander Soros.

En tercer lugar, el discurso de Harris (como de Biden) es controvertido porque suele “dar una de cal y otra de arena” según proceda: Así, como Fiscal de Distrito y Fiscal General de California, Harris defendía la pena de muerte pero procesó pocos casos de posible brutalidad policial con víctimas civiles. Además, siendo senadora respaldó la cobertura sanitaria universal (proyecto de Bernie Sanders) del que, luego, se retractó).

Finalmente, considerando la avanzada edad del presidente electo, nadie descarta que Harris pueda acceder directamente a la Presidencia de EE UU si Biden no finaliza su mandato presidencial por cuestiones de salud (tal como sucedió en 1945 con Harry Truman, al fallecer F. D. Roosvelt).

En definitiva, la primera mujer de color candidata a vicepresidenta de EE UU tiene posibilidades de ser la futura primera presidenta del país. Si tal cosa sucediera, EE UU daría un giro a la izquierda impulsado por esta persona tan radical, aunque su discurso resulte controvertido.

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