Los consejos de distrito, la piedra angular del sistema de participación ciudadana desarrollado durante los mandatos de Paz Fernández Felgueroso, han saltado por los aires porque ninguno de sus dos pilares fundamentales, el gobierno local y la Federación de Vecinos de la zona urbana, creen en ellos. La Alcaldesa está convencida de que es necesario avanzar hacia otro modelo más moderno y menos institucionalizado, que diluya el poder de las grandes asociaciones y alcance a muchos más gijoneses. Y los colectivos bajo el paraguas de la FAV, donde conviven diferentes sensibilidades, insisten en ganar poder de decisión, especialmente a la hora de elaborar los presupuestos municipales. Construir el nuevo marco sólo será posible con diálogo sincero y asumiendo ambas partes que el movimiento vecinal debe tener voz sí o sí, pero no siempre representa la de todos.
