No conocemos ninguna resolución municipal que aprobase llamar calle Corrida a la calle Corrida. A lo largo de la historia de Gijón fue lo habitual, y sigue siéndolo, que los concejales pongan los nombres a las calles. Pero hay excepciones, con calles que por voluntad popular y sin resolución municipal se llaman como se llaman. Como la gente quiso.
Hay varios casos pero la calle Corrida es un ejemplo de eso. Y hablamos de la calle más emblemática de la ciudad. Sí que se llamó calle Ancha de la Cruz, pero por el motivo que sea los gijoneses y gijonesas empezaron a llamarla calle Corrida y hasta ahora. Es más, durante años era la calle “Ancha de la Cruz, vulgo Corrida”. Eso leemos en muchos documentos municipales, como entendiendo que oficialmente era Ancha de la Cruz, pero que el nombre con la que era conocida era otro. ¿“Corrida” porque se ensanchó la primitiva derribando y “corriendo” algunos edificios? Puede ser. ¿”Corrida” porque era una vía muy paseada muy “corrida”? Puede ser. Misterio.
El tan recordado, e hijo predilecto de Gijón, Paco Prendes Quirós escribió en LA NUEVA ESPAÑA una serie de artículos sobre la calle Corrida en abril de 2003, cuando se abría la calle tras las reformas que la convirtieron en lo que vemos ahora. Nos cuenta cosas como la agresión, en plena calle y a bastonazos, de Ataúlfo Friera “Tarfe” a Eladio Carreño el día de Begoña de 1889, como si de un duelo medieval a espada se tratara. Paco Prendes recordaba los cafés de la calle y especialmente el Maisón Doré, en los pares de Corrida esquina con la plaza del Carmen, “donde de mano del abuelo del popular Pepe Coalla nació la compuesta, receta secreta traída de La Habana”. Algo no muy conocido. En enero de 1937 el Ayuntamiento estuvo a punto de poner “avenida de Rusia” a la calle Corrida. Se debatió entre los concejales pero al final no se aprobó definitivamente. Recordemos que en esos años el incautado local del Real Club Astur de Regatas en la calle Corrida era la sede en Gijón del Partido Comunista de España.
