El primer debate organizado por la Comisión del Muro para avanzar hacia una propuesta de remodelación definitiva del paseo ha servido para sacar a relucir antiguos planes de soterramiento y la construcción de un aparcamiento bajo el eje marítimo que palíe la falta de plazas en las calles de La Arena y, de paso, permita recaudar. Pero las conclusiones de la tertulia, con participantes que saben lo que se traen entre manos y de indiscutible prestigio profesional, no parece que vayan en consonancia con lo que tiene en mente el gobierno local, dispuesto a restringir el tráfico con una mera ampliación de la zona peatonal. Estos encuentros, enriquecedores desde el punto de vista intelectual y social, corren un alto riesgo de caer en saco roto tal y como están planteados. O, peor aún, pueden convertirse en una larga discusión sobre galgos o podencos que algunos usen para que corra el tiempo.
