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Una magna obra frente al régimen

La ceguera ideológica ante un edificio que forma parte del patrimonio de Gijón

La instalación de una placa en la Universidad Laboral en la que se informa a los turistas de que el monumento que van a visitar es obra de un dictador, solo pone de manifiesto que ciertas fuerzas vivas de Gijón y del Principado, han sido incapaces de continuar la labor educativa para hijos de obreros –labor siempre preferida por el socialismo– transformando aquel centro educativo en una institución internacional como la que la OIT creó en Turín.

Exigir al guía turístico que dé relevancia ante los visitantes de las muestras del régimen en escudos, columnas y murales, donde se pueden ver símbolos del momento político que se vivía, demuestra la ceguera ideológica, que ignora, que todos los grandes monumentos nacionales recogieron en diversos lugares de los edificios los signos de su época, sin que ello les pueda desacreditar.

Ocultar toda referencia a la labor llevada a cabo, así como retrasar la reparación del techo de la iglesia que está a punto de desplomarse con peligro para los que penetren en ella dice por sí mismo entre qué gentes estamos.

Haciendo una analogía con la polémica por el homenaje a Gil de Biedma por parte del Instituto Cervantes que recientemente se ha levantado en los medios, en la que han intervenido Andrés Trapiello, Arcadi Espada, y algún otro más, sobre la conveniencia de homenajear a alguien que, además de excelente poeta, fue pederasta confeso según relató en un pasaje de sus memorias muy escabroso. Y los partidarios de mantener el homenaje lo justificaron distinguiendo la persona (que puede merecer todos los reproches) de su obra (que es indiscutible). Respecto de la Universidad Laboral podría hacerse una distinción similar: una cosa es el régimen que la construyó, que no merece simpatía, y otra el edificio que es una magna obra que ya forma parte del patrimonio de Gijón, y la institución en sí, que ha formado a muchas personas, de todos los colores políticos. Se puede respetar la obra aunque se desprecie al autor.

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