La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Emtusa en la encrucijada: los carriles bus

La necesidad de vertebrar la movilidad de la ciudad

Hace ya prácticamente un año, el mundo se detuvo. Una crisis sanitaria sin precedentes en nuestras vidas apareció abruptamente para poner en entredicho todas nuestras convicciones y certezas. El covid–19, además de representar una importante crisis sanitaria, nos ha situado ante el precipicio de una depresión económica.

Las consecuencias de la pandemia se han manifestado en un doble sentido. Por un lado, han actuado como acelerador de procesos que ya comenzaban a afianzarse, como la generalización del teletrabajo. Por otro, asistimos a un proceso de ralentización de importantes cambios que de manera paulatina se habían asentando en nuestras sociedades. Uno de estos cambios afecta a la movilidad y el transporte público es una pieza imprescindible en ello.

En el caso de Gijón, hemos asistido a constantes declaraciones de responsables políticos en el sentido de situar la movilidad en el centro de la política municipal. Sin embargo, resulta paradójico que pese a las polémicas suscitadas por las diferentes propuestas, todavía no se haya adoptado ninguna destinada a mejorar la movilidad del transporte público. Emtusa se encuentra en un momento clave y precisa de medidas urgentes para asentarse de manera definitiva como el elemento vertebrador de la movilidad urbana en Gijón. Las intervenciones en movilidad no pueden convertirse en un privilegio exclusivo de las zonas “nobles” de la ciudad, sino que estas actuaciones deben tener también como objetivo esencial favorecer el uso del transporte público especialmente en los barrios donde se encuentran la mayoría de los usuarios de Emtusa, fundamentalmente de clase trabajadora.

El verdadero reto de la movilidad gijonesa consiste en garantizar mediante el transporte público una conexión rápida y eficiente entre los barrios más poblados del oeste y del sur con las zonas centro y este. Ese es el auténtico eje de la movilidad urbana en Gijón. Es imprescindible pasar a la acción y desarrollar un plan que permita dinamizar el transporte público. Este debería centrarse por un lado en desarrollar de manera inmediata una red de carriles-bus especialmente en la zona oeste en Gran Capitán-Brasil, en la zona sur ampliando el carril existente en la avenida de Oviedo con Constitución y, por supuesto, la realización de manera definitiva de un carril bus en Pablo Iglesias. Por otro lado, urge adecuar la red semafórica favoreciendo la circulación del autobús especialmente en la avenida Schulz y en Begoña.

Estas medidas deben ir acompañadas de una reorganización de los estacionamientos en las zonas afectadas para generar alternativas a la posible pérdida de plazas de aparcamiento.

No podemos continuar observando nuestra ciudad con ojos del pasado, sino que es hora de construir el Gijón del mañana, solo hace falta coraje político para poder pasar de las musas al teatro.

Compartir el artículo

stats