Frente a la opción consensuada entre todos los partidos de situar la estación intermodal de Gijón junto al Museo del Ferrocarril, y la decisión unilateral del PSOE en el gobierno municipal, regional y el nacional de trasladarla 300 metros al oeste a Moreda, ahora el ministerio de Transportes plantea una tercera opción, articular el proyecto en torno a la ampliación de la actual estación provisional –inaugurada en 2011– de Sanz Crespo. Es decir, para empezar ni siquiera tienen decidido cuál de los dos proyectos van a desarrollar, lo que sabemos es que no han vendido las parcelas del “solarón” para pisos, ni han obtenido financiación europea y así no hay de momento recursos disponibles para pagar la operación. En este tercer esbozo además no se ve aún dónde va la estación de autobuses, para facilitar los viajes a los usuarios de distintos medios.
Después de 20 años de proyectos, reforma del proyecto y reforma de la reforma, vuelta a la casilla inicial, otra legislatura perdida en cambios y trámites, sin inicios de las obras, y cuya patata caliente dejarán a los que vengan detrás. Después de pasarse ocho años Carmen Moriyón, la alcaldesa del partido de Cascos, dándonos una rueda de prensa cada primavera, para sermonear aquel año la playa de san Lorenzo tenía mucha más arena seca en pleamar, o se arreglará sola o no se puede arreglar (en Coruña sí las han regenerado), volvemos a las andadas, marear la perdiz para entretener otros cuatro años al personal. Por cierto, si el partido para Rosa Díez sin Rosa Díez desapareció, ¿qué pasará con el partido para Álvarez-Cascos sin Álvarez-Cascos a medio plazo?
Y seguimos con las cuentas de la lechera, ahora a cuenta de la regasificadora de El Musel, después de construida sin uso por falta de demanda mientras se amplía la de Bilbao, sobre la que plantean proyectos de hidrógeno por aquí y por allá, que sumados exceden con mucho la cantidad correspondiente de los fondos europeos a percibir, luego de decir técnicos que no es viable para tal fin. Deberemos irlo analizando. Pero lo primero es aclarar si la regasificadora de El Musel sirve para almacenar y tratar hidrógeno. O si en 2030 el gobierno de Madrid construirá la planta de hidrógeno en El Musel o en Cataluña, a cambio de que los separatistas le mantengan dos años más en el poder, para seguir adoctrinando contra España y retomar la independencia unilateral a la siguiente oportunidad. Así vamos hacia un Gijón de 220.000 habitantes con100.000 ancianos.
