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Alejandro Ortea

Varadero de Fomento

Alejandro Ortea

Suben las aguas

Los mares aumentan su nivel poco a poco pero inexorablemente por el cambio climático

Ahora, para pasmo de inmovilistas, resulta que, por parte de quien esto sabe más, se nos avisa que ojito con los planes para supuestos arreglos del Muro porque no se está teniendo en cuenta que las aguas subirán y los temporales vendrán muy bravos, por lo que sería conveniente en ir pensando que los próximos cambios realizados en dicho vial tuvieran en cuenta la situación que se provocará de aquí a no mucho. Veinte o treinta, cuarenta años no son nada, pero como parece que para los gestores públicos es el corto o cortísimo plazo lo que cuenta (probablemente menos de lo que dura un mandato) se desechan las advertencias de los técnicos especialistas, no ha saltado alarma alguna en los despachos de los mandamases. El alcaldín de humos y coches, encantado con sus cuadraditos de colores y su carril de sentido único y su ya manido mantra del “disfrute de todos y todas” que tanto se preocupa por el futuro no ha tenido en cuenta este pequeño detalle de la remontada de las aguas marinas. La llamada de atención va en el sentido de retranquear el paseo, dar un poco más de espacio a la playa.

Dos barrios sucesivamente se construyeron sobre el arenal de San Lorenzo: el ensanche de Capua, primero y el barrio de La Arena, después. Esos son los barrios que más peligran y ya está advertida Gijón que es una de las diez ciudades españolas que más sufrirán con la escalada del nivel del mar. Ya está dicho y aquí como si oyeran silbar tangos, más preocupados con la contaminación que supuestamente produzcan los coches de aquí a unas décadas, cuando los autos ya habrán dejado en esos tiempos los motores movidos por energías fósiles a otros de combustibles no contaminantes, pongamos electricidad o hidrógeno.

La última admonición ha llegado de la Demarcación de Costas, que dígame usted el interés que puede tener tal organismo para meter miedo gratuitamente al personal. No estaría mal, por tanto, que los alegres y frivolones concejales con mando o de oposición comenzaran a pensar sobre el Muro en término de invasión de las aguas en lugar de meterse en peleas sobre si más o menos paseo o más o menos carriles para los autos.

No hemos tenido suerte con una corporación que piensa en términos del pasado en lugar de preocuparse por el futuro y que una subida de las aguas puede hacer que el mar se tome por la mano aquello que la avidez constructora de siglo y medio acá le robó al arenal. Ahí tienen un asunto de supervivencia de ciudad los de verdad para tratar en serio.

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