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Isabel Menéndez Benavente

Tormenta de ideas

Isabel Menéndez Benavente

Proteger a los niños

Una ley que nadie puede rechazar

No es habitual que esté de acuerdo con la gestión de este Gobierno, pero como trato de ser lo más objetiva posible, tengo que felicitar a nuestros próceres, que se pasan la vida sin hacer gran cosa, porque por una vez han hecho algo que merece la pena. Y es que las leyes no protegen a los niños. No protegen a la infancia, o al menos, no como deberían. Si hablamos de violencia de género, se crean juzgados específicos, se forma a magistrados, se abren direcciones generales y casi un ministerio, pero la violencia ejercida contra los niños podemos decir que hasta ahora no se contemplaba. Ellos han sufrido en silencio porque nadie les ha dado voz.

He visto muchos niños con cicatrices en el alma que son imposibles de curar. Hasta ahora debían convivir con un padre maltratador porque las leyes no les protegían. Los casos de abuso sexual, que por desgracia he tenido que atender mucho más a menudo de lo que se cree, se cometían impunemente, porque no existía ninguna protección para las víctimas y porque habitualmente los niños no lo manifiestan hasta que son mayores, o cuando salen del ámbito familiar, que por desgracia es el entorno en el que la mayoría de las veces se produce, hasta en un 80 por ciento.

Aquellos que reconocían de adultos ese abuso sabían que, aunque lo denunciaran, su abusador quedaría impune porque el delito solía estar prescrito, por lo que el monstruo podía seguir abusando de los menores que estuvieran a su alcance sin que nadie pudiera evitarlo. Y sí, no ha podido faltar en la aprobación de la ley el comentario anticatólico de nuestra Ministra de Asuntos Sociales, algo que yo no le voy a discutir, porque la propia Iglesia católica reconoció y pidió perdón por los posibles abusos que algunos de sus miembros hayan podido cometer, un comentario totalmente fuera de lugar, y que no hace más que empañar el éxito de una ley que nadie, siendo imparciales y obviando el color político, puede rechazar.

Y para darle un poco más a la señora ministra, he de recordar que esta ley que ahora pintan de progresista y rompedora y como un éxito de nuestro ínclito exvice, ya la había pactado en el 2017 el gobierno de Mariano Rajoy, que son los que realmente impulsaron el proyecto... A ellos les quedaba aprobar y gestionar. En cualquier caso, ya era hora.

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