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En recuerdo de un amigo

La innata facilidad de Rufino Ballesteros para aglutinar a gente

Estimado amigo:

Nos conocimos hace treinta años y poco a poco fue solidificándose una estrecha relación basada en el respeto y la confianza. Pasabas por el Ateneo casi a diario, ello era excusa para tomar el café y, entre discusión y discusión, más o menos intrascendente, imaginar proyectos que redundaran en el mejoramiento de La Calzada como lugar de comunidad. Juntos colaboramos en muchas iniciativas de las que me siento orgulloso. Tenías una innata facilidad para hacer, para aglutinar gente que participara en lo común. Porque ese era en el fondo tu anhelo: hacer barrio, hacer comunidad. Escribiendo estas palabras de despedida, vienen a mi mente otros personajes con lo que conviví y a los que admiré. Me refiero a Manuel Hevia Carriles, Roberto Vincelle o José María Bardales, te une con ellos ese hacer por el común, ese profundo deseo por conseguir que el sitio donde vives sea mejor tras tu paso por él.

Se esta yendo una generación ejemplar, pero que cuenta con pocos seguidores. No corren buenos tiempo para lo comunitario, para los que anteponen lo colectivo al beneficio individual. Sin embrago, vuestro ejemplo quedará ahí para quien quiera revivirlo. Un ejemplo que podría resumirse en una frase referida a las Sociedades de Cultura e Higiene, que figuró por un tiempo en la entrada del Ateneo: «En esta Sociedad Popular caben todos; a nadie se le pregunta como piensa, ni de donde procede, ni cuales proposiciones abriga, pero implícitamente la calidad de socio obliga a trabajar, sin reglamentos ni atribuciones señalados previamente, en favor de la humanidad».

Vengan de donde vengan, piensen como piensen, sea cual sea su color de piel, su condición, su género o clase social, todos tienen sitio, el único requisito es trabajar por el común, hacer barrio. Tu, desde la asociación Iniciativas Deportivo-Culturales que creaste, cumpliste con este objetivo, el más noble al que pueda aspirar un humano.

Rufo, hiciste gala de bonhomía. La Calzada siempre te llevará en el recuerdo.

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