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Jaime Torner

La cogobernanza puede conducir al desgobierno

Ante el final del estado de alarma

Tras el 9-M y concluir el “estado de alarma” decretado ante la pandemia del covid-19, el Ministerio de Sanidad afronta su posterior gestión mediante una cogobernanza con las comunidades autónomas. Sin embargo, semejante medida ha generado controversia autonómica porque la pandemia está lejos de remitir y, según LA NUEVA ESPAÑA (6/5/2021), el propio Consejero de Sanidad del Principado considera preciso que “todas las autonomías actúen con acciones conjuntas cohesionadas” porque, supuestamente, se requiere un dispositivo de mando unificado para lograr mayor eficacia y evitar disparidad de criterios. Me explico:

En primer lugar, hace un año, el presidente Sánchez anunció triunfalmente el final del primer confinamiento domiciliario para reactivar la economía de consumo. A pesar de ello, mientras la campaña turística del pasado verano fracasaba, la tasa de contagios del covid-19 se disparó de nuevo ante 17 estrategias autonómicas distintas. Expresado en términos médicos, España “fibrilaba” ante un cúmulo de normas autonómicas; lo cual obligó al Gobierno a decretar otro “estado de alarma” nacional de seis meses.

En segundo lugar, la vigente situación sanitaria de la pandemia no admite su relajación porque la actual tasa nacional de contagios oscila sobre 200 casos/100.000 habitantes, a pesar del programa de vacunación masiva vigente. En este sentido, la gran obsesión del Presidente Sánchez es conseguir cuanto antes la “inmunidad de rebaño” (70 % de población), ignorando que este objetivo será utópico si el virus sigue mutando a cepas más peligrosas y resistentes a las vacunas actualmente disponibles (tal como la india). Consiguientemente, al finalizar el estado de alarma, resultaría irresponsable animar al ciudadano vacunado que haga una vida normal porque, hoy día, la plena cobertura frente al covid-19 no parece garantizada.

En tercer lugar, varios presidentes de autonomías pidieron mantener el “estado de alarma” dado que, de lo contrario, temen perder el paraguas legal para controlar la movilidad ciudadana y evitar situaciones de desgobierno durante este verano.

Dicho lo cual, me pregunto si al “endosar este marrón” a las autonomías, el Gobierno central pretende recuperar su maltrecha credibilidad ante el hipotético fracaso de 17 presidentes autonómicos. Considerando que varios Presidentes (Asturias, Castilla La-Mancha, Aragón) pertenecen al PSOE, dicha hipótesis parece improbable; pero, a estas alturas de la Legislatura, ya nada sorprende de este Gobierno ni extraña que su gestión del covid-19 sea moralmente cuestionada con sólidos argumentos por voces autorizadas, como el profesor J. Goti Ordeñana(catedrático emérito de Derecho Constitucional, Procesal y Eclesiástico, Universidad de Valladolid).

En definitiva, ante la pandemia del covid-19, apelar a una supuesta cogobernanza y delegar presuntas responsabilidades del Gobierno central en las autonomías puede crear un desgobierno capaz de provocar la inestabilidad política del país.

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