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JC Herrero

¡Tirar cien vacunas a la basura!

El usuario escoba: de juzgado de guardia

Opinar sale gratis, pero hay que saber combinar la información con la opinión, forman el corpus periodístico. Tirar a la basura un centenar de vacunas no es un “hecho puntual”, tal como citó la coordinadora del centro de vacunación en La Guía, Gijón. Al efecto, quien se arriesga a opinar debe hacer trabajo de campo y ver qué se cuece. Cien vacunas son cien vidas que se pueden salvar, alguien tiene que dar una explicación coherente del porqué se arrojaron a la basura un centenar de seguros de vida habiendo muertes diarias por no estar vacunados.

Es lunes 3 de mayo. Se aproximan las 21 horas al pie del río Piles, en Gijón. Una docena de agentes de Policía comparten inquietudes con los últimos de la cola para la vacunación. Ya pasó el estrés por ver quién llega el primero. La enfermera, pausando el índice mientras camina, va contando uno a uno los últimos de la fila. Al final hay siete brazos para seis vacunas. El último tendrá que ser citado para el día siguiente. No hay despilfarro como en la jornada del viernes 30 de abril que sobraron un centenar, y no son yogures precisamente.

Al ofrecimiento: –“Vengo a la cola por si sobran vacunas, el viernes tiraron más de cien a la basura”–, corresponde la respuesta de la enfermera coordinadora: “Fue un hecho puntual, usted no está citado, no vacunamos a las personas sin citar”.

Ser usuario escoba no tuvo éxito, la coordinación fue más diligente. De haber levantado acta notarial del anterior despilfarro de decenas de dosis salvavidas –Pfizer– no sería un despropósito participárselo al juzgado de guardia, al menos que conste en acta.

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