Resulta estimulante hojear “Caldereta gijonesa”, recopilatorio de artículos publicados en LA NUEVA ESPAÑA por Paco Prendes Quirós, después de escuchar a su viuda, Carmen Veiga, y a Pedro de Silva y Francisco García glosar la vida y obra de una figura imprescindible para conocer la intrahistoria local de las últimas décadas, tirando del manido término unamuniano. Las 405 páginas de agudo retrato del paisaje y paisanaje, resultado de una brillante idea de Paz Fernández Felgueroso, son de obligada lectura para cualquiera que presuma de querer a la ciudad o aspire a comprenderla más allá de su fisionomía. Una interpretación tan descarnada como cálida (aunque parezca imposible) de lo que fuimos y somos. Y una guía práctica sobre lo que podemos ser.
