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Filippo Priore

Por libre

Filippo Priore

Políticos urogallos

El debate de la cooficialidad del asturiano en medio de la pandemia

En esta Asturias, Paraíso Natural, en la que intentamos convivir en armonía los cada vez menos habitantes que la poblamos y donde el urogallo, también conocido como “gallu del monte”, es una de nuestras especies autóctonas más preciadas, aunque por desgracia considerada oficialmente en peligro de extinción en el año 2005 –si bien su crítica situación venía siendo denunciada desde muchísimo antes–, parece que nuestros políticos regionales actuaran en ocasiones como estas bellas aves galliformes, de las cuales se dice que en un momento determinado de su canto, ni oyen ni ven lo que ocurre a su alrededor.

No se puede explicar de otro modo el que aún inmersos en la lucha contra la maldita pandemia que lleva castigándonos desde hace más de un año, haya vuelto en nuestra región a ser motivo de debate –casi prioritario– la cooficialidad del bable; o si lo prefieren del asturiano, no se vayan a ofender los más puristas y acérrimos defensores de la llingua.

Y es que tenemos a una formación política autodeclarada autonomista, que como si se tratara de ese partido naranja tan en peligro de extinción a nivel nacional como el propio urogallo, el cual dependiendo de dónde sople el viento, unas veces amanece por oriente mientras que en otras lo hace por occidente, Foro Asturias sigue sin posicionarse en lo que se refiere a este tema en cuestión con absoluta claridad y sin ningún tipo de ambigüedades, como esa “cooficialidad amable” que algunos pretenden vendernos. No parecen muy amables aquellas palabras del Presidente autonómico, cuando afirmó que la cooficialidad “se llevará a cabo sí o sí”.

La reciente sentencia del Tribunal de Justicia de Cataluña obligando a facilitar los enunciados de los exámenes de selectividad en las tres lenguas cooficiales (castellano, catalán y aranés), en lugar de hacerlo como hasta ahora sólo en catalán y ofreciendo el modelo en castellano únicamente a quienes así lo solicitaran, muestra la impunidad con la que acostumbran a obrar determinados nacionalismos cuando les tiendes la mano y te devoran el brazo. Lo de que en Asturias nunca se alcanzaría semejante sectarismo permítanme que lo ponga en suspense.

Por otra parte no seré yo quien hable de demandas mayoritarias de los asturianos, como sí insisten quienes porfían con la cooficialidad, aunque no se sepa muy bien en base a qué sustentan tales afirmaciones. Únicamente me remito a lo que veo y oigo a mi alrededor, al contrario que el urogallo en pleno canto. Y no sé ustedes, pero en esta región cada vez más envejecida y con menos posibilidades de trabajo para los más jóvenes, diría que la cooficialidad no está entre los asuntos que los asturianos sitúan como más apremiantes. Claro que lo mismo estoy equivocado y antes de que acabe esta legislatura el bable pudiera transformarse en el servicio estrella de las academias de idiomas. ¿En cuántas de ellas se imparte en la actualidad?

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