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Eloy Méndez

Taza y media

Eloy Méndez

La huella de Díez Faixat

Los Antiguos Alumnos del Instituto Jovellanos le acaban de dar al arquitecto Vicente Díez Faixat un premio tan merecido que lo único que puede extrañar es que hayan tardado tanto. Innovador criado en el barrio del Carmen e iniciado en los voraces años del desarrollismo, desde su estudio de la calle Ribadesella ha visto y hecho crecer a una ciudad de la que se siente militante, condición que nunca ha tenido en un partido político. Activista más por convicción intelectual o profesional que por pura ideología, ha puesto su cara y su voz a causas heterogéneas, desde la defensa de dejar el “solarón” como un verde prado al movimiento para impulsar la candidatura de la Universidad Laboral, con firma de su padre, como Patrimonio de la Humanidad. Cuenta que se siente orgulloso de haber levantado hace medio siglo la iglesia de la Resurrección de Laviada y de haber contribuido a que el “Elogio del Horizonte” emergiera como símbolo local. Su huella es innegable y, con alta probabilidad, imborrable.

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