La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Gobernar para todos y todas

Palabras y actitudes propias de un pasado que ¡Dios no lo quiera! vuelva jamás

Señora Alcaldesa, para su conocimiento y a modo de presentación, le hacemos saber lo siguiente:

La Peña taurina Cocheras de Gijón, le hizo entrega del Tranvía de Oro (galardón que concede cada año), con el Nº35 a la plaza de toros de El Bibio, con presencia en dicho acto, de la entonces alcaldesa de nuestra ciudad, Carmen Moriyón. Los socios se lo otorgaron al considerar tres razones fundamentales: por cumplir 125 años de existencia, por haber sido declarada Monumento Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural (BIC), del Principado de Asturias (1/2001 de 6 de marzo), y por haber conocido todo el esplendor de la fiesta de toros en Asturias.

Por otra parte, en el año 1997, se le entregó el tranvía Nº22 a D. Vicente Alberto Álvarez Areces (d.e.p.), y por ende Taurino del Año, al considerar que ha sido decisivo y fundamental su apoyo para que la Corporación Municipal de Gijón, iniciara la realización de las obras de acondicionamiento, reparación y mejora de nuestra muy querida plaza de toros El Bibio, que se encontraba en un estado lamentable, impropio de una ciudad de progreso y futuro, que debe cuidar, conservar y proteger su patrimonio.

Añadíamos que esta decisión redundaría claramente en un considerable aumento de la afición (como así fue), así como un importante incentivo para los empresarios taurinos que la regenten, y de igual modo para los comerciantes y empresarios hoteleros y hosteleros, tanto de la ciudad como de la región.

Una vez hecho este introito, le queremos expresar nuestra sorpresa y nuestro profundo disgusto y malestar por su decisión, a todas luces, sectaria, y de un total desconocimiento del mundo taurino y de la tauromaquia.

Doña Ana González, actitudes y modos de expresión tan desafortunados como: “Porque lo digo yo”, son frases impropias de un estado democrático. A nuestro entender, esos procedimientos verbales, y más en un político/a, no deberían tener cabida en nuestros días. Son, señora alcaldesa, actitudes propias de un pasado que, ¡Dios no lo quiera! vuelva jamás.

Señora Alcaldesa, el señor Areces, independientemente de su ideología y de no ser taurino, fue una persona, (a diferencia de Vd.), querida y respetada por todos, (taurinos y no taurinos y por votantes de izquierdas, de centro y de derechas). Él, lo tenía muy claro, era el alcalde de todos los gijoneses.

Doña Ana González, no se fíe demasiado de esos pequeños aplausos, apoyos y ánimos que le muestran algunos/as, y entrecomillo lo de “algunos/as”, de sus admiradores/as votantes, porque no suelen ser sinceros, son “políticos”.

Le diré más, cuando un político/a, por declaraciones fuera de lugar, se le critica o se le insulta, ello forma parte de su oficio, y cuando se le empieza a tomar a broma y a risa, (ya empieza a ser su caso), a los que mandan en Madrid, (me da igual del partido que sea), les suele traer “al pairo”, pero ¡ojo! siempre y cuando esas “meteduras de pata” no trasciendan y lleguen a las esferas más altas capitalinas que puedan deteriorar la imagen del partido y sus siglas.

El autor/a del error cometido se convierte, de la noche a la mañana, en un “cadáver político”.

Doña Ana González, un consejo, por si le sirve: Tómese su tiempo, recapacite, piense y medite, y cuando oiga el “sonido” o perciba el “olor” que arrastra el viento, rectifique y, acto seguido, presente la dimisión, (ya sabe, por motivos personales), antes de que, (eso sí, con educación), los “mandamases”, (los que quitan y ponen), la cesen.

Compartir el artículo

stats