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Jaime Torner

Síndrome del covid19 persistente

Un problema tras lo peor del virus

Superada la quinta oleada del covid19 y dado que la tasa de contagios en Asturias es muy favorable (16 casos/100.000 habitantes en 14 días), se podría pensar que dicha pandemia está prácticamente erradicada. Sin embargo, existe una progresiva aparición de pacientes con el denominado “síndrome de covid19 persistente” (SCP), como secuela que pueden padecer de forma prolongada. Me explico:

En primer lugar, según informe del Ministerio de Sanidad del 12/3/2021, se considera SCP al 10% de pacientes con covid19; en quienes persisten (o reaparecen) alguno (o varios) síntomas de la enfermedad, tras doce semanas (o más) de evolución y superar el contagio inicial (con pruebas negativas); pudiendo fluctuar (o empeorar) tras esfuerzos y limitar su capacidad funcional. Además, el SCP afecta personas de cualquier edad, aunque mayormente de edad media y sexo femenino; registrándose actualmente en España unos 500.000 casos, con inevitable tendencia al alza para los próximos meses.

En segundo lugar, los síntomas del SCP consisten en: a) Cansancio y dolor articular o muscular; b) Tos, fiebre, dificultad al respirar; c) Cefalea, confusión (niebla mental) y trastorno del sueño, d) Pérdida de olfato y del gusto; e) Trastornos digestivos con pérdida de apetito o diarrea; f) Erupciones cutáneas o alopecia (caída del cabello).

En tercer lugar, la presencia de más de cinco síntomas en la primera semana de infección del covid19 se asocia significativamente al SCP. Además, atendiendo un estudio de la Universidad de Birmingham, los pacientes con SCP pueden cursar con afectación generalizada (multifocal) o limitada (sobre movilidad o vías respiratorias superiores). (“Redacción Médica”,16/7/2021).

Dicho lo cual, parece evidente que el SCP constituye una entidad clínica que podría volverse crónica y terminar afectando un considerable sector de la población general. Consiguientemente, la Sanidad Pública y Privada debería acometer ciertos ajustes en su actividad asistencial para poder ofrecer una adecuada atención a dichos pacientes. A mi juicio, procedería crear “Unidades hospitalarias de SCP”, dotadas de internistas, neumólogos, neurólogos, reumatólogos, psicólogos, anestesistas (Unidad del Dolor) y fisioterapeutas, actuando de forma protocolizada y coordinada. De hecho, en la década de 1.980 y atendiendo la dinámica sanitaria de ese momento, fui pionero en fomentar la creación de “Unidades de Patología Mamaria” en Asturias ante el escepticismo de algunos colegas y gestores hospitalarios; mientras que, ahora, cualquier hospital que se precie dispone de semejante prestación. Por ello, considero que solo es cuestión de tiempo para que suceda lo mismo con las “Unidades de SCP”.

En definitiva, el SCP es una secuela inevitable del covid19 que se debería afrontar en el marco de una Unidad hospitalaria específica de tipo multidisciplinario, donde el (la) paciente pueda recibir una asistencia sanitaria uniforme y continuada.

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