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Jaime Torner

Declaraciones impropias de dirigentes

El discurso del Gobierno en La Palma

La isla de La Palma padece una tragedia por la erupción del volcán de Cumbre Vieja con diversos ríos de lava (a 1.000 grados de temperatura) que arrasan con todo lo que encuentran en su camino al mar. Dicho eso, ciertos medios periodísticos han reflejado el malestar de la población palmera ante las desafortunadas declaraciones de la Ministra de Turismo, al describir la erupción volcánica como “espectáculo maravilloso y reclamo turístico” para apoyar al sector turístico local y evitar las previsibles cancelaciones. Incluso así, cuesta entender que una Ministra del Gobierno haya efectuado tales declaraciones sin valorar el impacto que causarían en una población que está sufriendo lo indecible y que merece el apoyo solidario de toda España. Me explico:

En primer lugar, pienso que cualquier político con responsabilidad de gestión pública debe ser siempre cauto en sus manifestaciones, sopesando sus consecuencias antes de efectuarlas; puesto que, en política, la espontaneidad (aunque esté impregnada de buenas intenciones) puede generar instantes de torpeza impregnados de ridículo.

En segundo lugar, el comentario de la Ministra Maroto ha creado un alud de críticas por dos razones fundamentales: a) Moralmente, no podía fomentarse el turismo en la isla de La Palma durante la erupción volcánica porque, en cuestión de horas, muchas familias han perdido sus casas y sus tierras de cultivo (mayormente platanero) como medio de vida; b) Logísticamente, muchas personas han sido evacuadas a viviendas vacacionales localizadas en las regiones más seguras de la isla y, consiguientemente, semejantes instalaciones permanecen temporalmente inoperativas para turistas.

En tercer lugar, las comunicaciones con la isla están limitadas y su red de carreteras está diezmada por ríos de lava y lluvia de ceniza emanada del volcán; con lo cual, para rescatar personas en peligro, el tráfico circulante debiera ser mínimo.

Finalmente, de poco sirvió a la Ministra que luego matizara sus palabras afirmando pretender recuperar el turismo de naturaleza si, según los expertos, transcurrirá un año hasta que la isla recupere su vida normal. Aún así, pregunto: ¿Cómo podemos reprochar este comentario de la Ministra si, luego, el Presidente Sánchez fomentó el turismo local por televisión (3/10/2021), diciendo: “La Palma es un lugar seguro”; aunque, presuntamente, ignorase la concentración de gases tóxicos (dióxido de azufre) emitidos por la erupción-explosión del volcán, que, puntualmente, es muy superior a la considerada como aceptable por la OMS.

En definitiva, pienso que la Ministra habría permanecido callada si antes de hablar hubiera reflexionado un poco. Posiblemente, meditará mejor sus futuros discursos para evitar el bochorno de tener que rectificarlos luego o precisar que su “jefe” remate algún otro desacierto con declaraciones todavía más cuestionables.

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