Sabemos que la península de Alaska fue comprada a Rusia por los EE UU a cambio de 7.200.000 dólares y que Alaska, la de Mario, nacida en México de padre asturiano, pasó algún verano en Gijón tras su regreso a España. Se preguntarán qué pasa con el paquete, no teman, esto no es ese chiste que termina con “los cojones de Jorge Negrete”. Lo que ocurre es que la cantante ha firmado el diseño de un paquete de tabaco, mejor dicho, de un tercio, si restamos la fotografía del esófago canceroso y la advertencia, “Fumar mata”, que las autoridades sanitarias obligan a incluir.
El diseño, algo similar a la piel de un leopardo con rúbrica de la artista en ese tercio del envase, no merece comentario, excepto que pasa desapercibido. Pero dejemos a la buena de Alaska por el bien de los niños. Todos lo saben, no se puede vender algo sobre lo que se advierte que puede matar, sería como servir heroína en los bares. El alcohol, la droga más destructiva después del “caballo”, se consume legalmente a partir de los 18 años. El botellón es un fenómeno generador de conflicto social y familiar que cuestiona la capacidad de las autoridades para gestionar el ocio nocturno. Sabemos que casi nueve millones de personas en el estado son adictas a la nicotina y que la única razón por la que no pueden prohibir su consumo es porque el 77 por ciento del precio del paquete se va a las arcas públicas. Suficiente para comprar una península en el Ártico. Con los dineros del narcotráfico podrían comprarse países, pero las naciones no admiten el consumo de algunas sustancias, como el THC de la marihuana. Considerada una droga blanda, que incita más al amor que a la guerra, es reconocida por la ciencia y algunos estados para uso terapéutico; sin embargo, su distribución está penalizada. La realidad nos dice que, cuando millones de personas eligen fumar hierba por placer como a otros les da por los videojuegos, habrá que sentarse a hablar. El día que los gobiernos encuentren la forma legal de ingresar con la distribución de la hierba de la risa lo mismo que obtienen con el paquete de Alaska, probablemente, será legalizada. Puede que disminuya la delincuencia, pero la legalización no terminará con ella, siempre habrá quien quede al margen y decida montárselo por su cuenta. Y, para terminar, sabemos que Alaska es la más lista, ni canta ni baila, pero se lleva el 100% de las ganancias. Vayan a verla.
