Opinión

Cooficialidad, diálogo y voluntad de consenso

Defensa del patrimonio cultural asturiano, incluido el lingüístico, en la reforma del Estatuto de Autonomía

Desde el Gobierno del Principado se ha planteado a las fuerzas políticas asturianas la necesidad de reformar nuestro Estatuto de Autonomía, para dotarnos de mejores instrumentos con los que gestionar nuestras competencias autonómicas, que han alcanzado un importante peso en la solución de los problemas y demandas de la ciudadanía asturiana.

Esta reforma incluye una cuestión tan largamente aplazada como la cooficialidad de la Llingua Asturiana y la Fala, con el objeto de superar el precario marco legal en el que se encuentran en la actualidad.

Nuestro Estatuto de Autonomía establece medidas de protección para la Llingua, que tuvieron que esperar hasta el año 1998 para contar con una ley de Uso y Promoción. La experiencia ha demostrado, desde entonces, que sin un respaldo legal adecuado todo se vuelve muy complicado para quien quiere utilizar el asturiano: lo vemos en la Junta General del Principado, en la Administración pública, en la Universidad, y qué decir de la toponimia, todavía hoy inacabada.

Algunas fuerzas políticas creen que no es necesario avanzar en un mayor nivel de protección de nuestro patrimonio lingüístico y, por tanto, cultural, a pesar de los estudios que hablan del riesgo de su desaparición; otras incluso la consideran una lengua inventada, ignorando así la historia de nuestra tierra, los numerosos trabajos de investigadores y filólogos o, incluso, la opinión mayoritaria del pueblo asturiano expresada a través de numerosas encuestas.

Es bien sabido que las y los socialistas estamos comprometidos con los principios democráticos, lo hicimos en la dictadura y, siempre que es necesario defender derechos o luchar por ampliarlos, nuestro compromiso es firme. Son valores que ejercemos tanto dentro como fuera de nuestro partido, al considerarlos fundamentales para la convivencia. Y en ese sentido quiero recordar que, dentro de nuestra organización, los congresos son el máximo órgano de expresión de esa democracia, al contar con una militancia que aporta, debate y vota.

En el 32.º congreso de la FSA-PSOE las y los socialistas asturianos votamos a favor de la cooficialidad. Lo hicimos sabiendo que el marco actual no protege adecuadamente nuestro patrimonio, que la Llingua y la Fala que nos dejaron nuestros abuelos y abuelas, que aspiramos a legar a nuestros hijos e hijas, están según la Unesco en el mayor riesgo de desaparición. Entendimos que ya era hora de que la mayoría social respecto a esta cuestión fuera también mayoría política.

Lo que quiere nuestro partido es que este debate se afronte desde el consenso, evitar que la cultura asturiana se convierta en campo de confrontación política y que nuestra comunidad autónoma cuente con un reconocimiento institucional para la Llingua y la Fala adaptado a los retos y necesidades actuales.

Creo que las negociaciones son fundamentales en política, y si por algo se define el Partido Socialista es por su capacidad de diálogo con todas las fuerzas que defienden los derechos humanos y las libertades. La carta de las lenguas minoritarias firmada por España establece en su preámbulo que utilizar una lengua minoritaria constituye un derecho imprescindible, de acuerdo con el espíritu del Convenio del Consejo de Europa para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales; es, por tanto, un compromiso que no se debe eludir basándose en cuestiones que nada tienen que ver.

Así pues, desde la confianza en el diálogo y la voluntad de consenso, esperamos que la reforma del Estatuto de Autonomía signifique un avance en el defensa de nuestro patrimonio cultural, básico para entender Asturias en todas sus ricas facetas; también en la lingüística.

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