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Armando Nosti

La mentira como sistema

Sobre las declaraciones de Garzón

Estamos institucionalizando la mentira. Las declaraciones de Garzón a un diario británico son impecables, lo que cuentan los medios es otra cosa. La traducción de las declaraciones de Garzón está al alcance de cualquiera, pero cuando te dicen lo que quieres oír, te das por satisfecho, además Garzón es comunista, de Unidas Podemos y las elecciones en Castilla y León están ahí y las de Andalucía no parecen muy lejanas.

Garzón defiende la ganadería extensiva de la que dice que es ecológicamente sostenible y pone como ejemplo a los ganaderos de Asturias, parte de Castilla y León e incluso Andalucía o Extremadura, frente a la intensiva, gran productora de CO2 y contaminadora de las aguas y el suelo, responsable de maltrato animal y productora de una carne de peor calidad que exporta en su mayoría, perjudicando la marca España. Nada nuevo, nada que no sepamos, nada que ver con lo que nos cuentan.

Que los medios mientan y la extrema derecha, la derecha ya parece no existir, se lance a la yugular del ministro es normal. El lobby de la carne gasta más en publicidad que la ganadería familiar y los partidos hace tiempo se instalaron en la mentira y el insulto a falta de ideas presentables. No es tan normal la reacción de compañeros de gobierno, Sánchez incluido.

Sin columpiarse, como en él es habitual, Sánchez intenta disculpar las declaraciones sin disculparlas, es decir, acepta el bulo de los medios de la ultraderecha.

Barbón califica de inoportunas las declaraciones de Garzón y le acusa de dar mala imagen de la producción española. Da la impresión de opinar sin haber leído las declaraciones sin manipular, no quiero pensar que mienta intencionadamente. El Ministro de Agricultura, que aseguró en el congreso de la UPA que elaboraría un decreto ley para “regular el tamaño de las granjas de vacuno, en el marco de un modelo de agricultura familiar y profesional” defiende ahora las ganaderías extensiva e intensiva que pone al mismo nivel. Castilla-La Mancha, Aragón, Cataluña y Navarra prohíben o limitan la construcción de nuevas explotaciones de ganadería intensiva, al tiempo que algunos critican las palabras del ministro.

Según responsables de Greenpeace “La ganadería extensiva está arraigada y genera puestos de trabajo, haciendo que la gente se mantenga en los pueblos, y la industrial está muy mecanizada, apenas necesita mano de obra y no genera empleo, sino al contrario: a más animales en intensivo, menos personas en esos pueblos”. La UE ha advertido en varias ocasiones a España de incumplimientos de la legislación por la contaminación de las macrogranjas.

Esta vez hay voces que apoyan a Garzón, pequeños ganaderos, medios no contaminados y asociaciones independientes, pero el bulo está lanzado y medios, ciudadanos y políticos interesados lo siguen repitiendo como si fuera real. Difama, que algo queda.

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