Es una lástima que José Luis Garci no vaya a estar presente en el homenaje a “Volver a empezar” con motivo de los 40 años del estreno de la primera película oscarizada del cine español, pero al menos Gijón saldará una prolongada e injustificada deuda con la colocación de una placa de recuerdo en el Hotel Asturias, escenario central de la trama, además de una proyección y un coloquio. El tributo, que los cineastas asturianos pidieron al unísono el año pasado en una serie de LA NUEVA ESPAÑA iniciada precisamente con una amplia entrevista al director, será sencillo, pero suficiente para agradecer la fama internacional que el film le dio a la ciudad, convertida en un plató de Cimadevilla a El Molinón, pasando por unos cuantos enclaves más. Por mucho menos, hay autores y obras que ocupan espacios públicos sin ni siquiera concitar un amplio apoyo popular.
