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Raúl Suevos

Epígrafe

Raúl Suevos

Buscando explicaciones en el frente

Van llegando las noticias del frente ucraniano con cuentagotas. El convoy de 40 kilómetros puede pasar a la historia no sólo por su longitud, sino también por su lentitud. El caso es que no parece difícil deducir que de él, de su llegada a destino, depende la ofensiva final sobre Kiev, objetivo principal de la ofensiva rusa.

Las fuerzas rusas están formadas por una mezcla de soldados profesionales, reservistas, y, finalmente, conscriptos, es decir el viejo soldado de reemplazo que va a hacer la mili. En dos remplazos, el de primavera y el de otoño, con una duración de un año, del que los primeros dos meses son de instrucción básica, seguidos de cuatro meses en las unidades de destino dedicados al adiestramiento específico. La ley dice, aunque no está claro que se respete, que durante esos periodos no puede ser empleados en operaciones reales.

En general, las fuerzas aerotransportadas, y dentro de ellas las de operaciones especiales, se nutren de profesionales, mientras que las unidades motorizadas, mecanizadas y acorazadas acogen la mayor parte del personal de reemplazo, alguno de los cuales, y teniendo en cuenta que el 90% de las fuerzas desplegadas en las fronteras rusas y bielorusas, en “maniobras” según Putin, ya estarían en territorio ucraniano, es fácil deducir que allí están muriendo unos cuantos muchachos que aún no habrían acabado el periodo de instrucción específica. Ye lo que hay.

Podría pensar alguien que ellos, los reclutas, son los responsables del lento avanzar de la ofensiva rusa pero ellos no son más que un elemento del universo entrópico en el que, generalmente, se convierten los mejores planes de operaciones y que, en el caso ruso, parece haberse iniciado en el mismo momento de la invasión, con la inestimable cooperación, arrojo y heroísmo de las fuerzas ucranianas.

Unas fuerzas, las ucranianas, que antes de la invasión tenían previsto acabar con la mili en 2024; y que desde 2014, levantamiento del Dombás con apoyo ruso, han visto pasar un buen contingente de jóvenes por el ejército y, a la par, con experiencia real en el frente del este, algo que ahora, con la movilización general, les permite contar rápidamente con personal instruido para entrar en combate, mientras se instruye a las grandes cantidades de voluntarios que llegan para alistarse.

No parece que Putin vaya a levantar el pie, aunque la propuesta de negociación con los objetivos que en la práctica ya tenía antes de la invasión resulte sorprendente, y en Kiev es de esperar una gran batalla en entorno urbano, con terrorífica preparación artillera y respuesta de la agazapada y cubierta infantería ucraniana, como en Grozny, como en Alepo, como en Faluya.

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