En Gijón hay una imagen de la Virgen embarazada y hubo, que sepamos, otras dos. Las advocaciones de “Virgen de la Expectación del Parto”, “Virgen de la Buena Esperanza” o “Virgen de la Dulce Espera”, entre otras, se unen a la “Virgen de la O”. Lo de “Virgen de la O” procede de que el 18 de diciembre, una semana antes de Nochebuena, se celebraba la festividad con oraciones que comenzaban con “O sapiemtia (Oh! Sabiduría), O Oriens (Oh! Amanecer)...
Vemos en la actualidad una Virgen embarazada en Trubia, en Cenero, en la capilla de la Virgen de la O. En esa pequeña capilla de Trubia hay una imagen de la Virgen que los vecinos adquirieron hace años por suscripción popular. Está sentada y con su mano izquierda apoyada sobre el abultado vientre. Al lado de la capilla, está el Turruxón y la torre de los Álvarez de Asturias.
Dentro de la antigua iglesia de San Pedro se construyó hacía 1770 una capilla, la capilla de la Virgen de la O. Nada más entrar a la izquierda estaba la capilla y contaba con una imagen de la Virgen de la O, obra del artista toledano Juan Pascual de Mena. Entre otras cosas, Juan Pascual de Mena es autor de la obra escultórica de la fuente de Neptuno en Madrid. La capilla como toda la iglesia de San Pedro, fue pasto del fuego durante la guerra civil. La imagen había sido costeada por el gijonés Juan de Jove Muñiz, y de hecho en esa misma capilla de la Virgen de la O fue enterrado el benefactor cuando murió en 1777.
Otra capilla donde hubo una Virgen embarazada fue la capilla de Santa Rosa que se derribó a final del siglo XIX y estaba en la calle de Santa Rosa esquina con Santa Lucía. Tenía las imágenes de Santa Rosa de Lima, de Santa Lucía (que al derribarse se trasladó a la iglesia de San José) y la de una Virgen embarazada que en este caso se llamaba Virgen del Buen Suceso. El “buen suceso” era precisamente el nacimiento de Cristo, y el nombre de la cercana calle del Buen Suceso nos lo recuerda.
