El huracán económico provocado por el covid ha dejado tiritando las cuentas de las empresas municipales de Gijón, orgullo de la ciudad y ejemplo para otras por su buen funcionamiento. El golpe podría obligar al Ayuntamiento, en su condición de socio único, a tirar de remanente, como ya ha hecho con Emtusa (aunque en este caso hay truco porque a la plaza Mayor llegaron fondos del rescate estatal para gestoras del transporte urbano), o bien a las sociedades a recurrir a activos propios, esfuerzo que obligaría inevitablemente a reducir inversiones, con el consiguiente perjuicio al servicio. No parece que la cuesta vaya a ser muy empinada para la EMA, que tiene el monopolio del agua, pero el daño en Emulsa no se presenta menor. Llegados a este punto, merece la pena abrir un debate calmado para buscar remedios que incluya todas las opciones, desde una revisión de tasas y precios públicos a un adelgazamiento estructural. Cuestión de prioridades.
