La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Paco G. Redondo

Gijón difuminado

Cuando anteponen las consignas a los intereses de la ciudad

Se plantea romper el hermanamiento con la ciudad exsoviética de Novorosiisk, y dedicar una estatua en el paseo de Begoña al actor gijonés Arturo Fernández. Primero habrá que preguntarse qué diferencia hay entre seguir hermanados con esa ciudad portuaria rusa o dejar de estarlo, o sea en qué está consistiendo el hermanamiento en estos años. ¿Está habiendo intercambios culturales, comerciales o turísticos; cuáles, de qué tipo? Porque si apenas hay intercambios lo mismo da “estar hermanados” que no. Se podrá aducir que es una manera simbólica de condenar la invasión masiva de Ucrania por la Rusia de Putin, precisamente por su carácter anecdótico, a los de Putin les traerá sin cuidado. Y tampoco los ciudadanos de aquella ciudad tienen capacidad decisoria. Lo ideal sería promover relaciones cívicas, pacíficas y fructíferas.

En cuanto al actor gijonés Arturo Fernández, es claro y evidente que se trata de un personaje enraizado en su ciudad, elegante y simpático, que ha gozado del aprecio del público, además de las películas: solía llenar en sus diferentes obras de teatro. El callejero de Gijón, con alguna excepción, abunda en personajes de izquierdas, bastantes de los cuales han sido ajenos a la ciudad de Jovellanos. El caso de Carlos Marx es el más clamoroso y patético. Profeta de la lucha de clases, la guerra civil, la eliminación de los burgueses o propietarios y la dictadura del partido del proletariado, su biografía no tuvo relación alguna con Gijón. ¿Se trata entonces de premiar con reconocimientos al mérito personal? ¿O solo a los de nuestra ideología sí y a los de otras, castigados?

El tercer asunto polémico es el del grado universitario de Deportes y la Universidad Laboral, el mayor complejo arquitectónico de la España del siglo XX, hecho durante la dictadura franquista. ¿Y qué, hay que derribar El Escorial porque Felipe II era un dictador? Ya sabemos que había gente sectaria que proponía derribarla, o dejarla caer, o se inventaron que la habían construido esclavos. Lo lógico, puesto que disponemos de unas enormes instalaciones, es sacarlas el mayor provecho posible. Quizás explotando una parte mediante un convenio Principado, Ayuntamiento, Universidad y empresas, pues su mantenimiento es costoso. Cercanas al Grupo Covadonga, al Chas, al hípico, al polideportivo Adolfo Suárez. Quizás cuando lo primero sea Gijón y no el panfleto.

Compartir el artículo

stats