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Armando Nosti

Siguen contándonos películas

Vox dice que en estos momentos no se justifica gastar veinte mil millones en el Ministerio de Igualdad. Díaz Ayuso, al rebufo de Vox, critica la medida y propone que ese dinero se reparta entre las mujeres para ayudarlas a llegar a fin de mes. Según sus cuentas tocan a 500 euros cada una. Los medios afines, que son casi todos cuando se habla de una medida de Unidas Podemos, llevan estas declaraciones hasta el último rincón. Todos los medios saben, pero ninguno lo dice, que los veinte mil millones son de aquí a 2025, es decir, ahora, este año, hablaríamos únicamente de cinco mil millones. También saben todos, pero tampoco lo dice ninguno, que ese dinero del ministerio de igualdad tiene unos destinos muy claros, muy concretos y muy necesarios. Saben que estos planes se vienen realizando, desde 1998 y que sus resultados han sido fundamentales en la lucha contra la desigualdad y la protección de las mujeres y las familias. Saben que la mayor parte de ese dinero va a conciliación, a permisos paternos y maternos, a escuelas infantiles de cero a tres años, a dependencia, pero eso se lo callan y hablan de gastos obscenos, de feminismo y todas esas zarandajas que tan bien le viene a la extrema derecha para sus manipulaciones.

Se multiplican los mensajes, artículos y declaraciones reprochando a los sindicatos que no salgan a la calle para protestar por los precios de la luz como lo hicieron en tiempos de Rajoy. También saben y tampoco dicen, que en tiempos de Rajoy los sindicatos y los ciudadanos protestaban no por el precio de la luz sino por las medidas que produjeron esta situación actual, impuestos al sol para acabar con las renovables, beneficios caídos del cielo, que es un eufemismo para denominar lo que es un robo en todos los sentidos, y otras medidas que daban carta blanca a las eléctricas y que al fin y a la postre, nos llevaron a donde estamos hoy. Matan dos pájaros de un tiro, legislan para beneficiar a “sus” eléctricas y utilizan lo que legislaron para atacar a un gobierno a quien exigen una solución inmediata al problema que ellos mismos crearon.

Saben que Putin es aplaudido por toda la extrema derecha europea, Abascal en primera fila, pero se lo callan y dan pábulo a quien le tacha de comunista. Siguen contándonos que el aumento del salario mínimo mata, cuando la realidad es otra y hasta un premio Nobel lo defiende. Saben que los alquileres están regulados en gran parte de países, pero los medios, dicen que la propuesta de Unidas Podemos es de comunistas. Sabían que la financiación venezolana de Podemos era un invento de las cloacas, pero salió en portada incontables días y siguen hablando de ella como real, mientras, mutis total sobre la financiación de Vox por el terrorismo iraquí y las grandes empresas del IBEX o por la irregular del Partido Popular demostrada y sentenciada.

Sabemos que el cine es ficción y pagamos a gusto por ir a ver una buena película. Las películas que nos cuentan a diario, también las pagamos, solo que no nos damos cuenta, y nos salen mucho más caras.

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