La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Iván Pérez del Río

Memoria, verdad y justicia

La necesidad de esclarecer los crímenes del franquismo

La gran mayoría de países que han padecido una guerra civil o una dictadura han creado comisiones de la verdad para poner “luz y taquígrafos” sobre los hechos acaecidos, para juzgar los crímenes cometidos, para cerrar heridas y caminar hacia una verdadera reconciliación. Un caso reciente es el de México, donde ha empezado a funcionar la Comisión de Acceso a la Verdad por Violaciones a Derechos Humanos entre 1965 y 1990.

Un buen ejercicio de la memoria nos protege de volver a cometer los mismos errores, para ello es necesario y esencial la luz de la verdad. Ésta es la única puerta y el único camino hacia la justicia. En España, después de un golpe de Estado militar contra un gobierno democráticamente constituido (II República) se desencadenó una guerra de tres años y finalizada ésta, una dictadura de cuarenta. Después de todos estos hechos no ha habido ni memoria, ni verdad, ni justicia.

En España hay 4.265 fosas comunes (solo el 8,4% han sido exhumadas), alrededor de 100.000 personas desaparecidas. La dictadura –que no ha sido sometida a ningún juicio– supuso persecuciones, crímenes y miseria, la pérdida absoluta de derechos y libertades, un enorme paréntesis cultural y el sometimiento a unas normas morales de una religiosidad impuesta.

Un pueblo que mira para adelante sin cuestionar su pasado es un pueblo candidato a cometer los mismos errores. Gracias a ese sui géneris “mirar para adelante”, España es un país único en el que finalizada la dictadura, la familia del dictador ha seguido gozando de todos los bienes robados, en el que ministros y generales de la dictadura siguieron ocupando puestos institucionales, y donde existen fundaciones, calles y plazas en memoria del dictador.

La Ley de Amnistía del 77, con puntos muy favorables, supuso la consagración de la impunidad de la dictadura, de consecuencias negativas para la reparación de sus víctimas. Se interpretó -creo que erróneamente- que mirar para adelante significaba olvidar las responsabilidades y los hechos de la guerra civil, y hacer abstracción de los 40 años de la dictadura.

La Ley de Memoria Histórica del 2007 y la de Memoria Democrática del 2020 son pasos hacia una reconciliación desde la verdad, la memoria y la justicia. El PP de Rajoy prometió derogar la del 2007, al final la asumió dedicando “0 ” a su cumplimiento. La Ley de la Concordia propuesta por la extrema derecha, rechazada por el PP andaluz y asumida por el PP castellano y leonés, supone esquivar de nuevo la verdad. Las derechas, bien por omisión o por acción, mantienen una postura común.

Compartir el artículo

stats