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JC Herrero

Asturias, seguridad en comandita, desde 1844

Sobre la fusión de las comandancias de la Guardia Civil de Gijón y Oviedo

En Oviedo y Gijón hubo un tiempo en que tres cuerpos de policía tuvieron la denominación de “guardias”.

De ámbito nacional, el Cuerpo de Protección y Seguridad dependiente de Gobernación denominó “Guardia de Seguridad”, luego llamados Policía Armada y actualmente Policía Nacional.

De ámbito concejil, los originales alguaciles pasaron a ser “Guardia Urbana” municipal, ahora Policía Local. Su fundación, en Madrid, data prácticamente del mismo año que los otros dos cuerpos, 1844, parece ser el referente. De igual impronta, la Benemérita o Guardia Civil, también ese año de 1844 es el de su fundación, incluso en 1876 ya hay los primeros antecedentes del Seprona, y hasta grupos especiales, equivalentes a los actuales “Rocas” y “Lobos”. Los “Rocas” de ahora velaron por la propiedad que trajo la desamortización de Mendizábal, la consiguiente vigilancia en zona rural.

Los “Lobos”, o actuación grupal para contener derivas de tráfico tienen como antecedente el uso de caballería y contención del bandolerismo, de fronteras con los carabineros de Hacienda.

Con estos mimbres, y desde que se asignara por Decreto un Tercio de la Guardia Civil a Oviedo, a mediados del siglo XIX, los ciudadanos asistimos atónitos a la interpretación normativa de lo que fue Tercio y las actuales Comandancias. La prelación Oviedo-Gijón en la distribución orgánica del cuerpo armado, una excepcionalidad recogida en el Real Decreto 367/1997, de 14 de marzo para una sola provincia como Asturias que permitió dos comandancias.

Decía Espartero que “Sin obediencia a las leyes, la libertad es imposible”. En definitiva, la respuesta que da el Tribunal Supremo a la representación social: que se respeten los derechos sociales de los guardias, pues no se tuvo en cuenta su opinión para volver a recogerse en unificación comandita.

No estamos en tiempos del duque de Ahumada, ni de tercios o Espartero. Mas la criminalidad alcanza cotas cualitativas insospechadas, al punto de jaquear servicios informáticos de un Ayuntamiento como el de Gijón.

“Arrobas” es otra unidad especial de la Guardia Civil para delitos informáticos y habrá quien les recomiende el teletrabajo ¿Por qué no drones para Tráfico?

Los ciudadanos de a pie queremos seguridad y que sea tangible. La maniobra de unificar comandancias escapa a nuestro criterio, pero si esa jugada orgánica es cuestionada por los propios agentes y por el Tribunal Supremo, algo no se estará haciendo bien.

Si los tres cuerpos armados son compatibles desde 1844 ¿qué encaje de bolillos o incompatibilidad en comandita no es asumible para Gijón? Quizás esperemos tiempos revueltos, volver a empezar, reescribir la Historia. No aprendemos.

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