La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Mercedes Fernández

El Supremo “recorta” a Marlaska

La sentencia que rechaza la fusión de comandancias de la Guardia Civil

Hacer cuesta mucho; deshacer, muy poco. Me estoy refiriendo a la desaparición de la Comandancia de la Guardia Civil de Gijón decretada en agosto de 2021 por el ministro Marlaska y ahora anulada por el Tribunal Supremo. Fue un logro del Gobierno del Partido Popular que las dos comandancias, la de Gijón y la de Oviedo, dispusiesen de autonomía organizativa y que, a la vez, se tuviesen en cuenta las peculiaridades en materia de seguridad del concejo más poblado de la región dentro del marco asturiano.

Todo lo que suponga avanzar debe ser bienvenido y no tratar de eliminarlo por el simple hecho de haberlo realizado otro Gobierno de otro signo político. Yo a esto le llamo “recorte” porque no puede obedecer a otra denominación, como recorte sería eliminar las actuales dependencias policiales que están en el barrio de El Coto, ofreciendo servios a buena parte de la zona Este de Gijón.

Fue también un Ejecutivo del PP el que, a través del trabajo y las gestiones llevadas a cabo desde la Delegación del Gobierno en Asturias, promovió la dotación policial en el barrio y ahora es preciso seguir avanzando. Por eso, propusimos que esas dependencias tuviesen la categoría de Comisaria de distrito, como existen en otras ciudades similares a Gijón en número de habitantes. Para conseguirlo, presentamos iniciativas en el Senado con apoyo presupuestario y nada de nada, solo recibimos el desdén y la falta de interés de los socialistas.

Las dos comandancias de la Benemérita en Asturias son un logro a mantener, costaron esfuerzo y mucho trabajo, como requirió ahínco y empeño crear también en Gijón Secciones de la Audiencia Provincial modificando la Ley de Planta y Demarcación Judicial, para dar facilidades a ciudadanos, miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y profesionales del derecho.

Así como sería impensable volver a fusionar los puertos de Avilés y Gijón, como en su día decidió un Gobierno socialista provocando un mayúsculo disparate organizativo en el día a día de ambas dársenas, unir las Comandancias de Gijón y Oviedo constituye un desatino más de los muchos a los que nos tiene acostumbrados el socialismo. Una ocurrencia que, además, causaría un evidente perjuicio a Gijón, pues la sede de la Zona estaría en la capital asturiana.

Por ello, yo recomendaría, si se me permite por la experiencia acumulada, que lo bien hecho se mantenga y mejore, pero no podemos permitir que quienes no conocen Asturias nos eliminen éxitos colectivos.

Si los que gobiernan con el mando a distancia conociesen el Principado no tendríamos que haber leído en el acuerdo de fusión, refutado por el magistrado ponente, que se eliminó la Comandancia de Gijón, por “las transformaciones territoriales y demográficas experimentadas en Asturias en los últimos años...”. Esa no es una justificación ni rigurosa ni ajustada a nuestra realidad asturiana. Es una mala excusa de malos políticos.

No es Asturias la única comunidad donde conviven dos comandancias por provincia, luego ¿por qué suprimir la de Gijón? Al recorte hay que añadir, para mayor escarnio, que no se han respetado ni las formas ni el fondo y se ha actuado sin respeto alguno hacia el Consejo de la Guardia Civil. El dislate del Ministro del Interior, juez de carrera, llegó al extremo de ni siquiera presentar adecuadamente algo tan básico como es la Memoria económica del proyecto.

El Tribunal Supremo, ante la falta de motivación de una decisión imposible de motivar, ha rechazado con argumentos acertados y contundentes la mal llamada unificación, que yo prefiero denominar “supresión”, palabra más clara y que se entiende mejor. Así empezamos por no jugar con el lenguaje.

La eliminación de la Comandancia de Gijón es una pésima medida que ha sido adoptada inadecuadamente y, por eso, el Tribunal Supremo rechaza lo hecho. Si se me permite el lenguaje coloquial, estamos ante una “chapucera” decisión que perjudica a la ciudad de Gijón.

Compartir el artículo

stats