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Jaime Torner

Una pandemia no desaparece por decreto

Sobre las mascarillas y otros asuntos

El Ministerio de Sanidad ha cancelado la obligación de llevar mascarillas por Covid19 en espacios interiores; salvo en transportes públicos, hospitales, farmacias y residencias; pero la recomienda en personas vulnerables. La medida ha sido discutida por el 60-70% de 500 participantes en una encuesta nacional efectuada por “40dB” y, personalmente, lo atribuyo a diversas causas:

En primer lugar, según el Ministerio de Sanidad, la última cifra media de contagios por Covid19 en España era de 391 casos/100.000 habitantes/14 días (555 casos en el grupo mayor de 60 años), con 15% de aumento semanal en hospitalizaciones (sin repercutir en las UCI); implicando un riesgo alto sostenido, también ratificado en Asturias (con 1.129 casos en el grupo mayor de 60 años y tercer lugar entre 17 CCAA).

En segundo lugar, la situación sanitaria global de la Unión Europea (UE) por covid19 también preocupa debido al descontrolado flujo de refugiados (4,5 millones) llegados de Ucrania que, huyendo del terror sembrado por la invasión rusa, acuden sin aparente control sanitario sobre posibles portadores del coronavirus.

En tercer lugar, China (foco pandémico inicial) sufre una reactivación del Covid19 por la variante BA.2 de Ómicron y, atendiendo su estrategia de covid “0”, 373 millones de personas de 28 provincias chinas (especialmente en Shanghai) han sido confinadas con inevitable malestar por la dificultad en poder obtener víveres.

Dicho lo cual, pienso que la medida tomada por el Ministerio de Sanidad es prematura y, quizá, más basada en criterios económicos que científico-sanitarios. Además, resulta ambigua o confusa por las diversas excepciones previstas y distintas tasas de contagio existentes entre CC AA. De hecho, según este Ministerio, la “nueva normalidad” por covid19 se tipifica mediante tasas de contagio estables y menores de 50 casos/100.000 habitantes en14 días. Consiguientemente, parece lógica y sensata la reciente recomendación del Principado respecto llevar mascarillas en los espacios interiores.

Finalmente, el actual repunte del covid19 puede deberse a la permisividad observada durante la Semana Santa (como teórico preludio de la “gripalización” de la pandemia). Este dato sería relevante si falta el suministro de antivirales eficaces (tipo Paxlovid) y justificaría mantener medidas de prevención habituales o las previstas por la Consejería de Sanidad del Principado ante el empeoramiento epidemiológico de Asturias (recuperar la frecuencia del “test” diagnóstico y aislar los casos positivos o reforzar la vacunación). En síntesis, la pandemia no desaparecerá mediante un decreto de ámbito nacional sino que lo hará manteniendo una labor basada en criterios científicos hasta lograr erradicar la transmisión del coronavirus. Simultáneamente, esa prematura y discutida disposición ministerial puede generar una indeseada sensación de falsa seguridad a la población.

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